Con apenas 5 años, el pequeño Alexander Veinberg es el protagonista de una de las historias más conmovedoras del Mundial Rusia 2018.
A base de coraje, valentía y una lucha envidiable, Alexander superó una compleja enfermedad de riñón y, gracias a ello, hoy está viviendo la increíble experiencia de alentar a la Selección Argentina en una Copa del Mundo.

Nicolás, papá de Alexander, le había prometido que si salía del problema de salud que tanto lo complicó en el último tiempo, lo llevaría a Rusia para estar cerquita del seleccionado. ¡Y cumplió!
Una vez en Rusia, y con la compañía de su peluche al que bautizó "Lionel Messi", Alexander ahora sueña con cumplir su gran sueño: conocer al mejor futbolista del mundo.
Para tal fin, su padre escribió una conmovedora carta que difundió en las redes sociales para intentar que su niño esté mano a mano con la "Pulga".
La carta completa
Estimados,
Estoy acá en el triste hotel Marins Park de Nizhny Novgorod. Estuve en la épica noche de Quito y eso me hizo atreverme a soñar con algo imposible. Le había prometido a mi hijo de 5 años que lo iba a llevar al Mundial, y más aún, que el iba a conocer Messi. Cumplí la promesa de viajar y acá estamos los dos, junto a otros amigos, y mi padre en pleno vuelo a St Petersburgo.
Mi hijo Alexander Veinberg sobrevivió el año pasado a un problema de riñón terrible, una injusticia celestial todo lo que vivió teniendo en cuenta que él es un angelito. Se aferró a la vida con un osito blanco de peluche al que llamó "Leo Messi". Es su ídolo, no el mío, como seguramente Martin Karadagian era el mío y no el de mi viejo.
Quiero hacerle llegar humildemente a Messi este vídeo y esta foto, de alguna manera para agradecerle, porque mi hijo piensa que su héroe fue el que lo salvó.
Tengo el corazón roto y la voz ronca de gritar, los ojos rojos de llorar. Y así todo, mi hijo sueña con conocer a Messi. Es que mi hijo ya ganó el Mundial. El ganó el Mundial de la Vida.
¡¡¡Vamos Argentina!!! ¡Todavía se puede!"