Juan José Campanella, íntimo: "El público no me está esperando"

Pasó por el Festival de Cine de las Alturas en Jujuy y tuvo un encuentro con La Razón, donde repasó su carrera, las dificultades a las que tuvo que sobreponerse y se refirió a su próxima película. (De La Razón)

Juan José Campanella.
Juan José Campanella.

Por Darío Doallo

En su época como estudiante de cine, Campanella ya se distanciaba de sus de compañeros. Mientras la mayoría se fascinaba con las películas del italiano Fellini, el ruso Tarkovski, el sueco Bergman o el japonés Kurosawa, que él no comprendía, el joven Juan José se inclinaba por el cine estadounidense. “Yo tenía el personaje de fan del cine pochoclero y hasta lo exageraba un poco. Pero ojo, el cine pochoclero de los ‘70 era ‘El francotirador’ y ‘El padrino’, que hoy son indiscutidas”.

La anécdota la contó el director de “El secreto de sus ojos” en una charla abierta para jóvenes estudiantes de cine, en el marco del Festival Internacional de Cine de las Alturas, que se desarrolló durante la última semana en San Salvador de Jujuy. “En esta profesión hay muy poco glamour, pero sí mucho de levantarse a las 4 de la mañana para trabajar todo el día”.

“‘¡Qué bello es vivir!’, de Frank Capa, es la mejor película que vi en mi vida”. “La serie ‘Vientos de agua’ es mi mejor trabajo”, fueron algunas de sus frases en la exposición, que se basó en su largo camino hasta consolidarse como un referente en Argentina y Estados Unidos. “Les tiene que quedar claro que esto no es una carrera de cien metros, sino una maratón. Yo llegué a tener una deuda de 60 mil dólares en Estados Unidos y todo recién me cambió con ‘El mismo amor, la misma lluvia’ (1999) a los 40 años, cuando me pude instalar en esta profesión”, cerró. Luego, llegó el mano a mano con La Razón.

Te noté muy interesado en dejar en claro que el éxito tarda en llegar y no todo es tan rápido...

Creo que la exigencia por ser rápidamente exitoso es un grave problema para la juventud. Lo veo en mis hijos también... Los llena de expectativas, no sé si imposibles porque siempre hay un caso especial, que al no cumplirlas generan frustración muy rápidamente. Porque si tenés 30 años y no tenés éxito, ya sos un fracaso. Esto es una falacia absoluta. Hay muchísimos más directores que empiezan a filmar a los 40 que a los 20.... Es lamentable pero esto no ocurre sólo en el cine sino en todas las profesiones. Noto una desesperación por tener éxito rápido, algo que en realidad es irreal.

¿Cómo fue eso deber 60 mil dólares en tus años en Estados Unidos?

Eso se empezó a acumular cuando me fui a estudiar allá. Vivir es muy caro y pedía todo el tiempo préstamos para poder pagar el alquiler. Llegué a tener 11 tarjetas de crédito. Era víctima de todo ese sistema que explotó en el 2008.

¿Cómo y cuándo los pagaste?

Tardé diez años, je. Principalmente me empecé a solventar como director en la tele de Estados Unidos y eso me permitió empezar a tener una entrada constante. Ahora no compro absolutamente nada en cuotas. Si no tengo la plata para pagarlo en el momento, no lo compro.

¿Y en algún momento difícil dudaste de continuar con tu objetivo?

La verdad que tuve un momento de duda cuando tenía 30 y pico, después del fracaso de “Ni el tiro del final” (1997). Ese fue el momento más bajo de mi vida. Ahí pensé en buscar alguna fuente alternativa, pero con la intención de seguir intentando con el cine.

¿Y cuál era la alternativa?

La idea era la compra-venta de antigüedades, je. Pero no llegué a hacerlo porque ocurrió justo “El mismo amor, la misma lluvia”.

“Ahora estoy en una meseta de mi carrera porque no estoy haciendo nada”, cuenta Campanella, que en realidad hace días presentó el ciclo de animación “Mini Beat Power Rockers” (Discovery Kids); es el productor ejecutivo de la serie estadounidense “Colony” y prepara una nueva obra de teatro. “Están confirmados Karina K y Campi. Y falta alguno más. Estoy muy entusiasmado, va a ser una comedia a la italiana y estrenamos el 8 de enero en el Multiteatro”, adelanta Campa, que también tiene el sueño del teatro propio: “Estamos haciendo todos los trámites para poder construir un teatro en pleno centro. Es todo una epopeya pero espero tener en este mes una conclusión. Es un proyecto ambicioso con el que sueño”.

¿Continúa el proceso de escritura con Eduardo Sacheri para la próxima película?

Sí, y la verdad que nos llevamos bárbaro escribiendo. Nos cuestionamos mucho lo que piensa el otro. El único problema que estamos teniendo en este momento son nuestras ocupaciones, que no nos permiten trabajar con la dedicación constante que deberíamos. Por eso se está demorando la escritura, pero sacando eso, va todo bárbaro con Eduardo.

¿Hay alguna fecha programada para el rodaje?

Me gustaría rodarla sobre finales del año que viene para estrenar en agosto del 2019.

Pasaron seis años desde "Metegol", ¿sentís la expectativa del público por tu próximo trabajo?

No, yo creo que la gente sigue con sus vidas, je. Ni espera ni deja de esperar. A la gente no le importa.

¿Y pensás en la situación que se pueda llegar a generar con tu próximo trabajo teniendo en cuenta tu postura política? Cómo que te están esperando...

Sí, algo de eso puede ser... obviamente pasará algo similar a lo que sucedió con “Metegol”, con campaña negativa basada nada más en lo político sin haberla visto. Hay mucha gente que me ha confesado que le gustó “Metegol” pero públicamente dijo que no por razones políticas. Y con la próxima esto volverá a pasar y a mí eso me genera un freno.

¿Te tira para abajo?

Sí, sin duda me tira para abajo.

¿Y cómo te sobreponés?

Y nada... siguiendo. Tratando de no pensar en eso. Esperemos que en el 2019 sea un poco distinto.

¿Creés que todo estará un poco más tranquilo?

No tengo ni idea. Ninguno de nosotros hace dos meses hubiera dicho que la agenda mapuche sería el tema dominante del día. Es imposible en Argentina hacer futurología.