El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que está "trabajando duro" con los acreedores externos de la Argentina para alcanzar un acuerdo que permita al país reestructurar el pasivo de una forma "sostenible" para que los gobiernos que vengan en el futuro puedan cumplir los compromisos.
Guzmán dijo que los fondos de inversión que representan a los bonistas han estado "trabajando muy duro" para acercar una contrapropuesta al país, lo que ocurrió finalmente el viernes, momento a partir del cual se abrió un proceso de ida y vuelta con el gobierno que aún se mantiene activo, situación en la que se persistirá incluso más allá del 22 de mayo.
"Recibimos tres contrapropuestas y ahora todavía estamos teniendo un diálogo constructivo. Todavía hay algún camino por el que tenemos que pasar juntos", dijo el ministro de Economía.
Guzmán se expresó así en una teleconferencia organizada por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham), junto a la US Argentina Business Council (U.S. Chamber of Commerce). Lo acompañó desde Washington el embajador de Argentina en los Estados Unidos, Jorge Argüello. Hubo una presentación general sobre Argentina y se debatió el estado de la economía y sus perspectivas.
Allí el ministro de Economía indicó que el Gobierno y los acreedores necesitan "profundizar este proceso de colaboración" y consideró que ambas partes están mostrando una actitud colaborativa para lograrlo: "Todos estamos trabajando en eso".
Guzmán insistió que el único objetivo de ese proceso para el que él y los bonistas continuarán trabajando es "lograr reestructurar la deuda y restablecer las condiciones para la estabilidad financiera y macroeconómica" de la Argentina.
“Entonces eso es lo que estamos haciendo hoy. Estamos enfrentando esa situación ahora en el contexto de Covid-19. Argentina estaba realmente enferma. Era un paciente enfermo y era un paciente enfermo que fue golpeado muy fuerte. Ahora buscamos estabilizarla”, dijo.
Guzmán dijo que el nuevo contexto internacional, por supuesto, es “mucho más desafiante” que para la economía debido al impacto de la pandemia. Y señaló que en este momento el Gobierno está enfocado en dos aspectos centrales en materia económica: lograr viabilidad para la deuda del país y que no se eliminen puestos de empleo por la cuarentena.
Qué pasa el viernes
El plazo de la negociación vence el viernes a las 17:00 horas de Nueva York. Y en ese mismo momento termina el mes de gracia que tiene el país para pagar un vencimiento de 503 millones de dólares por los bonos Globales emitidos en 2016.
Si la Argentina no paga pero mantiene abierta la negociación con los bonistas (puede hacerlo hasta el 17 de julio) podría caer en una suerte de default técnico. Las únicas alternativas para sortear esa situación son: que se paguen los bonos o que se alcance un acuerdo general.
Guzmán fue consultado por la prensa sobre qué ocurrirá a partir del viernes. ¿Cuáles son los planes para proceder si hay una incapacidad para llegar a un acuerdo para ese día?, consultó un periodista.
"Seguir con las negociaciones. Como dije, estamos totalmente comprometidos con una resolución ordenada del problema de insostenibilidad que enfrenta Argentina y así continuaremos las negociaciones para resolverlo cuanto antes", respondió.
El funcionario insistió con que el Gobierno busca la manera de “resolverlo de la mejor manera posible” y ratificó que tanto él como los acreedores están “trabajando duro hacia esa meta”, porque lo que se necesita “es un acuerdo sostenible”.
“Así que esa es la esencia aquí. Ningún trato funcionará si no es sostenible. Necesitamos que el acuerdo tenga éxito para darle a Argentina las condiciones para estar de pie nuevamente. Y así es como el proceso continuará”, dijo Guzmán.