El humorista y figura de "Les Luthiers", Marcos Mundstock, falleció este miércoles a los 77 años tras luchar con problemas de salud durante el último año.
"Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, Marcos, nuestro compañero y amigo, finalmente partió. De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia", indicó un comunicado de sus compañeros del grupo.
Meses atrás, el grupo humorístico-musical había informado que Mundstock prolongaría durante todo el 2020 la licencia médica que lo mantuvo alejado de los escenarios en el último tiempo.
En ese entonces, el comunicado puntualizó que la prioridad del artista santafesino era guardar reposo, seguir adelante con su tratamiento y rehabilitación.
Mundstock nació un 25 de mayo en la ciudad de Santa Fe. Fue uno de los integrantes originales de Les Luthiers, creado en 1967 por Gerardo Masana. Primero fueron un septeto, y en 1973, con la muerte de su fundador, continuaron como sexteto hasta la deserción, en 1986, de Horacio Acher.
Además de ser un histórico integrante de la banda humorística, el artista se trabajó en cine y en programas de televisión. Además, era locutor profesional y destacó en sus programas de radio.
Cuando se conoció la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se llenaron de mensajes para recordarlo.
La voz y los sutiles gestos que dotaron de su estilo a Les Luthiers
Con su gruesa voz de locutor y una solemnidad en el decir que provocaba risas al contrastar con lo desopilante de sus narraciones; y sutiles gestos que remarcaban como obvias algunas ridículas afirmaciones, Marcos Mundstock, el único integrante del grupo que no tenía una formación musical, dotó a Les Luthiers de una de las principales características que lo definió a nivel artístico.
Es que, el artista era una pieza clave en los espectáculos del grupo a partir de sus relatos introductorios y de algunas intervenciones vocales, además de haber sido el ideólogo de muchas de las historias que formaban parte de sus obras.
Por caso, fue creación de él junto a Gerardo Masana, el fundador del grupo, la figura de Johann Sebastian Mastropiero, el músico ficticio cuya vida y obra fue el centro de muchos de los más recordados espectáculos de Les Luthiers.
Acaso esos aportes creativos fundamentales y el rol protagónico que asumía como locutor en los espectáculos, posicionaron a Mundstock a la altura o, muchas veces, incluso por encima de sus compañeros, a pesar de ser el único miembro que no había estudiado música ni interpretaba ningún instrumento.
En tal sentido, alguna vez reconoció que esa era una de sus cuentas pendientes y que había intentado aprender piano, pero que contaba con una ansiedad que no le permitía avanzar en los ejercicios necesarios para dominar el instrumento.
La aparición en los textos que leía de situaciones desopilantes o expresiones con gruesos errores gramaticales causaba un particular impacto en su formal voz, que nunca perdía la compostura.
Del mismo modo, el gesto de querer explicar de manera equívoca un chiste o la irrupción de un movimiento corporal fuera de lo formal eran otros de los puntos fuertes del humorista.
Esas mismas características hicieron que fuera convocado innumerables veces como locutor en publicidades, programas humorísticos o para que actuara en diversas películas.
"No sos vos, soy yo", "Roma", "Mi primera boda", "Metegol", "Torrente 3" o las más reciente "El cuento de las comadrejas" son algunas de las producciones para la pantalla grande en donde intervino.