La debacle política en Bolivia con la renuncia anticipada de su presidente reavivó los cruces entre el Gobierno nacional y el Frente de Todos: es que en la Casa Rosada evitan hablar de un golpe de Estado, tal como lo denunció Evo Morales, mientras que Alberto Fernández y sus laderos salieron a alertar por el accionar de las Fuerzas Armadas en el país vecino.
"Lo ideal, para precisar lo que uno piensa, es que los gobiernos terminen los mandatos", manifestó este viernes en declaraciones radiales el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi.
El funcionario nacional evitó hablar de un golpe de Estado porque, aclaró, "tendría que estar con muchísima más información" para realizar un diagnóstico sobre cuáles fueron los hechos que forzaron a Morales a dejar de manera anticipada el Poder Ejecutivo de su país.
En línea se manifestó el embajador argentino en Bolivia, Normando Alvarez García, quien consideró que la actual acefalía en ese país se enmarca en una "una interrupción del orden constitucional".
"Hay una interrupción del orden constitucional, eso es clarito. Nuestro Gobierno hizo declaraciones en las que todavía no lo considera un golpe de Estado. Es una discusión que hay. Pero lo que sí creo es que hay una interrupción que siempre va a tener consecuencias, y que espero que no sean graves", manifestó el representante diplomático en declaraciones a la prensa.
Por el contrario, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, cuestionó el tono del comunicado que emitió el domingo a la noche el gobierno de Mauricio Macri porque "evitó utilizar la palabra golpe".
“Es un golpe de Estado clásico, porque se necesita la intervención implícita de las Fuerzas Armadas para provocar el derrocamiento del presidente Morales”, aseguró el legislador.
Seguido, repasó su mirada sobre la sucesión de los acontecimientos políticos en el país vecino a partir de las irregularidades que se produjeron en las pasadas elecciones presidenciales y por las que la Organización de los Estados Americanos (OEA) recomendó convocar a nuevos comicios.
“Evo recoge la recomendación de la OEA y llama a nuevas elecciones. Como la oposición rechaza ese llamado a nuevas elecciones y le exige la renuncia aparecen ahí las FFAA y el comandante en jefe de las FFAA es el que le pide, le exige, le sugiere a Morales la renuncia y Evo renuncia cuando se da cuenta que se queda sin ningún tipo de apoyo institucional”, describió Rossi.
Agregó que el “hecho desencadenante dela renuncia de Evo fue ese comunicado de las FFAA que me parece que vale la pena tener en cuenta para reflexionar. Está claro lo que nosotros ya decíamos: lo que la derecha no consigue vía elecciones intenta conseguirlo por otros medios y lo que queda claro es que ya la democracia no es esa barrera infranqueable”.
El domingo a la noche, el presidente electo Alberto Fernández salió a denunciar que en Bolivia se consumó "un golpe de Estado" y advirtió que ese "quiebre institucional es inaceptable". El jefe del Frente de Todos subrayó que esa situación se produjo por el "accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército".
Fernández y Mauricio Macri mantuvieron el domingo a la tarde una conversación telefónica, apenas se confirmó la renuncia de Morales. Según se informó, el presidente electo pidió que el Gobierno nacional brinde "ayuda y asistencia" a los políticos bolivianos, incluido Morales.
Al respecto, el representante diplomático de la Argentina en ese país confirmó esta mañana que existe esa voluntad, aunque aclaró que aún no recibió el pedido de ningún funcionario del gobierno de Morales.
Corresponsalía Buenos Aires.