Las razones por las qué los Juegos Panamericanos de Lima 2019 quedarán en la historia del deporte argentino

Por la cantidad de medallas. Por aquellas que son de oro. Por el deporte en el que se consiguieron, o más específicamente su rama o modalidad. Por la ubicación en el medallero. Por todo eso y más, los Juegos Panamericanos de Lima 2019 quedarán en la historia del deporte argentino, especialmente la jornada del sábado 10.

Un día histórico

Las 32 medallas de oro, 34 de plata y 32 de bronce conseguidas por la delegación nacional suponen una marca increíble. Aún así, resulta ser aún más importante si tenemos en cuenta que, hasta el viernes, se poseían "solo" 22 doradas, 29 plateadas y 28 bronceadas. Esto quiere decir que en 24 horas se obtuvieron 19 nuevas preseas.

10 de ellas fueron títulos panamericanos. Tres provinieron de la pelota vasca, mientras que las restantes llegaron gracias al remo, el yachting, el tiro con arco, el ciclismo, el hockey, la natación y el fútbol. En muchos de los casos, se trataron de conquistas sin precedentes, como la efectuada por Eugenia González e Iván Nikolajuk en arquería, en la prueba de arco compuesto mixto. Lo mismo cabe para Delfina Pignatiello en los 1.500 libres de natación.

¿Una decena no es suficiente? Recordemos que en un tercio de eventos de esta índole, Argentina consiguió menos que eso a lo largo de toda la competencia.

Lima 2019 contra otros Panamericanos

Contando hasta el sábado, Argentina tuvo un total de 98 medallas. Esto supone la tercera mejor cosecha en su historia, posicionándose como la número uno fuera del país, ya que las dos primeras fueron Buenos Aires 1951 y Mar del Plata 1995. Ante esas dos ediciones también es inferior en campeonatos y subcampeonatos panamericanos, aunque superior en esa categoría a todas las demás.

La quinta posición en el medallero también sería un condimento especial, ya que no se alcanzaba dicho escalón desde Winnipeg 1999. Sin embargo, Cuba y Colombia buscarán evitar ese suceso en el decimonoveno y último día de Lima 2019. Por otro lado, Argentina le queda aún un último objetivo: que por tercera vez el conteo general de las preseas llegue a los tres dígitos.