Las autoridades italianas desmantelaron una red que manipulaba a niños en la provincia de Reggio Emilia para alejarlos de sus familias y, posteriormente, entregarlos a parejas de acogida por un alto precio.
Los menores eran sometidos a un sinnúmero de sesiones de psicoterapia para "lavarles el cerebro" y hacerles creer que eran víctimas de malos tratos por parte de sus progenitores, según dieron a conocer. Entre las personas acusadas en este negocio ilegal se encuentra el alcalde del municipio de Bibbiano, Andrea Carletti; junto a otros políticos, médicos, trabajadores sociales, psicólogos y psicoterapeutas de una organización sin fines de lucro.
De momento, 18 personas fueron detenidas y 27 están siendo investigadas. Afrontan cargos por fraude procesal, maltrato a menores, lesiones muy graves, falsificación de acto público, violencia privada e intento de extorsión, entre otros.
La investigación, bajo el nombre "Ángeles y Demonios", reveló que las terapias incluían el uso de impulsos eléctricos y la manipulación de recuerdos para "alterar el estado de la memoria cercana" de los menores de cara a las entrevistas judiciales.
Además, se determinó la existencia de informes falsos para separar a los niños de sus familias y colocarlos en casas de acogida pagadas por amigos o conocidos de los procesados.