El sur tiene su encanto, con nieve o con sol, sus paisajes parecen salidos de un cuento. Algunos están muy escondidos, otros son más conocidos, pero cada uno esconde su encanto, que muchas veces no se termina de ver en fotos. En VíaPaís te queremos mostrar las postales más lindas que podés disfrutar en Bariloche, y quién dice sea tu próximo destino de vacaciones.
Hay un sin fin de actividades para poder realizar en San Carlos de Bariloche, el clima es un factor importante, pero siempre hay maneras de disfrutarlas. Caminando, en barco o por los aires, son algunas de las alternativas que tenemos para recorrer la ciudad rionegrina.
El lago Nahuel Huapi es el escenario ideal para disfrutar de un paseo en catamarán y llegar a los diferentes atractivos naturales. El viaje en sí nos permite disfrutar del agua cristalina, con montañas reflejadas y la visita de diferentes aves, en nuestro caso gaviotas.
Luego de navegar, se pueden realizar diferentes visitas, una de ellas es conocer la historia de la Isla Victoria. Si el clima acompaña, la vista que se tiene desde el Puerto Anchorena es imponente: el agua cristalina, el muelle con la bandera Argentina y las montañas de fondo, son el lugar indicado para sacarse una foto y congelar el paisaje para siempre en nuestros recuerdos.
También se puede hacer un recorrido limitado por el Bosque de Arrayanes: en esta zona se puede ver “una formación arbórea única en el mundo, con ejemplares centenarios de troncos anchos. La llamativa corteza de este árbol es fría, lisa y de color canela, con manchas blancas y alturas que superan los 15 metros”.
Cascada de los Cántaros, un recorrido por escaleras directo al paraíso
Otra de las visitas que se realizan en la zona es a Puerto Blest y la Cascada de los Cántaros; en el que se puede sumar un paseo por la selva fría para luego navegar hasta el Puerto Frías. El agua de un color verde esperada y cristalina, la inmensidad de la naturaleza no te deja de asombrar a cada paso.
De estos puntos, la Cascada de los Cántaros es lo que tiene cierto grado de dificultad, ya que hay que subir escaleras hasta llegar a la cima, se estima que la caminata (ida y vuelta) es superior a una hora, pero todo esfuerzo vale la pena, y si no se llega, hay paradores intermedios para descansar y emprender el regreso; pero quienes llegan a la cima no se van a arrepentir porque ¡vale la pena!
La nieve transforma a Bariloche y se llena de magia
Volviendo a tierra, pero subiendo a lo más alto, otro punto infaltable para recorrer es el Cerro Catedral, que esta temporada promete mucha nieve. Vestido de blanco, por la imponente nevada que se registró el pasado 23 de mayo, es el escenario ideal para divertirse haciendo guerra de nieve, culipatín o los más experimentados, esquiando, ya que es el centro de esquí más importante de Latinoamérica.
Cuando la nieve no para, el paisaje verde que se puede observar en el verano se tiñe de blanco, pero esto no opaca su lado mágico. El suelo brilla, los árboles tapados por la nieve nos trasladan a las películas de nuestra infancia, y si vamos a esos tiempos, volar por los aires en canopy es una buena alternativa para ver el paisaje desde otro lugar.
Sin bajar de los cerros, las aerosillas o teleféricos que hay en Bariloche, son una buena alternativa para apreciar el paisaje desde lo más alto. En el caso del Cerro Otto, se hace un recorrido de 2100 metros hasta llegar a la cima, se tardan unos 12 minutos, y luego se puede disfrutar del paisaje junto con diferentes actividades.
Una vez arriba, se está a 1405 metros sobre el nivel del mar y allí se puede disfrutar de la mítica cafetería giratoria; la velocidad no se percibe, pero en tan solo 20 minutos podés ver los 360° del paisaje. Y además de disfrutar de la nieve, al menos en la época fría del año, se pueden hacer diferentes actividades sin importar las edades.
El Camino de los 7 lagos, no puede faltar en tu viaje
Otro recorrido que se puede hacer en auto o tomando colectivos es el Camino de los 7 lagos; postales maravillosas te esperan en cada una de las paradas. El recorrido se realiza por la Ruta 40, e inicia en la provincia vecina, más precisamente en Villa La Angostura, hasta San Martín de los Andes: en total son unos 184 kilómetros.
Los lagos que se pueden contemplar son: Espejo, Correntoso, Villarino, Falkner; y en el Parque Nacional Lanín, se bordean los lagos: Escondido, Machónico y Lácar.