Continúa la preocupación debido al descontrolado incendio en el sur de Bariloche, próximo a los lagos Martin y Steffen. Ayer, las llamas habían alcanzado la cumbre del cerro Santa Elena.
Un grupo de brigadistas de Parques Nacionales trabajó en una barrera de seguridad para frenar el avance de las llamas en el sector. “Hicieron una franja como de doscientos metros por diez metros de ancho”, describió Rubén Figueroa, un poblador, cuya familia vive desde principios del siglo pasado en la zona.
Además, en diálogo con “Río Negro” Figueroa contó que el lugar donde los brigadistas trabajaron ayer era difícil “y por las condiciones climáticas tuvieron que replegarse como a las 15″. Ayer, en la región cordillerana la temperatura llegó a 31 grados.
“Son varios cientos de hectáreas quemadas”, estimó. “La cabeza del incendio está en la cumbre del cerro Santa Elena y la cola sigue en el lago Martin, que todavía sigue ardiendo. Por eso, la gente del Manso recibe tanto humo”, explicó.
El fuego comenzó el siete de diciembre como consecuencia de una tormenta eléctrica en un cerro próximo al lago Martín. Las altas temperaturas, la falta de precipitaciones y los fuertes vientos expandieron el fuego que avanzó alimentado por la abundante vegetación de la zona.
Figueroa relató que cinco brigadistas de Parques Nacionales habían comenzaron a trabajar pero “con elementos precarios”. “El apoyo aéreo nunca llegó”, aseveró.
“El viernes 10 de diciembre, el fuego se les fue de las manos y se descontroló”, comentó y lamentó: “Dos días el incendio estuvo solo y es bosque virgen. No daba para dejarlo tanto tiempo solo, el repliegue fue por mucho tiempo”.