Luego de que Brasil levantara la suspensión de la importación de peras y manzanas de Argentina, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, aseguró que se debe entender que no existe mucho margen para poder exportar fruta a Brasil, y consideró que "hay que extremar los controles" para la detección temprana de carpocapsa.
En los últimos días se conoció que el Departamento de Sanidad Vegetal e insumos Agrícolas de Brasil autorizó el reinicio de la importación de peras y manzanas desde Argentina.
En declaraciones radiales, Weretilneck pidió que "los que pueden exportar que lo hagan con responsabilidad" y señaló que "no se le puede echar la culpa al Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) ya que "el primer control está en quien produce la fruta".
Según la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) las exportaciones de manzanas y peras a Brasil rondan las 120.000 toneladas por unos US$ 150 millones.
"Acá hay que bajar el riesgo a cero, eso significa que hay que enviar la fruta con el mayor grado de sanidad posible", remarcó Weretilneck.
Con respecto al plan sanitario nacional, el Gobernador rionegrino que en su momento dio buenos resultados y señaló que se sostienen gestiones "para ver si podemos volver a instalar y a financiar un plan de lucha contra la carpocapsa como el quese tuvo, y que dio buenos resultados".
Para Weretilneck es necesario apuntar más la erradicación de los montes abandonados, ya que "si un productor hace todo un esfuerzo en sanidad y protección, pero tiene al lado una o dos chacras abandonadas; se encuentra en una situación de serio peligro".