El caso de la
nena de 11 años violada y embarazada por la pareja de su abuela en la localidad de Burruyacú
, sumó un nuevo capítulo este miércoles. Según confirmaron fuentes oficiales,
la pequeña fue sometida a una cesárea durante la madrugada.
La médica que practicó la intervención,
Cecilia Ousset brindó una entrevista a Radio Nacional
y contó detalles impactantes de este hecho que tuvo una fuerte repercusión nacional.
Cabe mencionar que la víctima había ingresado al sistema de salud con un embarazo de 16 semanas. La interrupción legal debería llevado a cabo en 48 horas posteriores, sin riesgo para la salud de la pequeña. Sin embargo, se dejó avanzar 7 semanas más hasta llegar a la 23. La doctora Ousset fue convocada a la intervención con su marido. Allí conoció a la nena.
Cecilia denunció que la pequeña fue obligada a continuar con la gestación ya que "ningún miembro del Hospital del Este y de ningún otro lugar del sistema público de salud, quiso hacerle la interrupción legal del embarazo." A su vez, explicó que "una nena de 11 años no tiene el cuerpo desarrollado. Tiene más posibilidades de morir que una adolescente mayor de 15."
"Anoche nos llamaron, primero a mí, que soy objetora de conciencia, luego pasé el teléfono de mi marido. Ambos nos presentamos en el hospital", relata Cecilia, quien trabaja con su marido en el sistema de salud pública de la provincia.
Cuando Cecilia y su esposo conocieron a la pequeña de 11 años, se sorprendieron con su peso, ya que desde el hospital aseguraban que pesaba más de 50 kilos. "Yo les aseguro que era un cuerpo totalmente infantil. Estaba sentada en su cama, jugando con unas muñequitas. Cuando la vi, se me aflojaron las piernas porque era ver a mi hija menor", comenta Ousset entre lágrimas.
Los doctores explicaron a la víctima lo que sucedería esa noche: "La chiquita no entendía todo con exactitud. Su mamá la tenía agarrada del brazo. Fue al baño con ella. Nunca permitió que le saquen la ropa interior, tuvieron que dormirla para eso. Es una característica de los niños abusados". Al momento de llegar al quirófano, la pareja se topó con la sorpresa que todos los integrantes se habían declarado objetores de conciencia, incluyendo el anestesista.
"Estábamos solamente mi marido y yo, y la chiquita esperando que se solucione este salvajismo", señaló Cecilia, quien además debió instrumentar la cirugía. Al momento de iniciar la intervención la presión de la menor era elevada, y si esto se prolongaba "podía tener convulsiones, que son complicaciones del embarazo adolescente."
Los médicos resaltaron que el trabajo lo hicieron de manera gratita. Al finalizar, personal del Ministerio Público Fiscal se acercó para tomarles los datos a ambos. "No vamos a dar ni un paso atrás con respecto a los derechos de las mujeres", resaltó Ousset.
Por último, la profesional denunció que a su hijo menor le negaron la matriculación "por la forma en la que pensamos nosotros." Además señaló el gran hostigamiento que reciben en las redes sociales mencionándolos como el "matrimonio abortista."
“Esto es tortura. Esa nena fue abandonada por el SIPROSA. La nena sabe todo lo que le pasó”, concluyó Cecilia.