El pasado 3 de marzo, en Tres Arroyos, se procedió a la detención de dos presuntos abusadores de un niño que en el momento de los hechos tenía 8 años, a quienes se les otorgó la prisión preventiva con arresto domiciliario por 180 días.
Los detenidos, menores punibles en el momento del hecho, eran tío y primo de la víctima.
Vencido el plazo, la Cámara Penal Juvenil de Bahía Blanca, por mayoría, decidió dejar libre, a uno de ellos, hasta la fecha del juicio que será el marzo de 2023.
En comunicación con Vía Tres Arroyos, Mary Sabatini, madre de la víctima relató su dolor y su indignación por la decisión.
“Me costó mucho tiempo tomar la decisión de salir a hablar pero creo que es el momento de hacerlo. No queremos exponer a nuestro hijo pero, lamentablemente no nos queda otra”.
“Hace más de un año que mi hijo durante una clase de ESI le comenta a una de sus maestras que había sufrido un abuso de parte de dos personas de su familia, su tío y su primo”.
“Comenzamos como familia un camino súper difícil pero creemos que tomamos la mejor decisión que es ir siempre con la justicia. Se hizo la denuncia correspondiente desde la escuela, que nos acompañó todo el tiempo de una manera impecable; nosotros dimos nuestros testimonios como testigos porque la denuncia la radica su maestra”.
“Quiero recalcar lo bien que ha trabajado toda la gente de Fiscalía del Menor de Tres Arroyos que nos acompañaron en todo momento y estamos súper conformes, pero lamentablemente la justicia argentina no está bien hecha”.
“Una de estas dos personas está libre. Logramos una prisión preventiva y le dieron una prisión domiciliaria morigerada por 180 días. La semana pasada hubo una audiencia (los 180 días se cumplieron este lunes) y la Cámara Penal Juvenil de Bahía Blanca por mayoría, decidieron dejarlo libre hasta la fecha del juicio que será el marzo de 2023. Nosotros habíamos pedido una prorroga pero un hubo lugar”.
“Sentimos que los derechos de mi hijo están totalmente vulnerados. Yo entiendo que según las leyes, este sujeto es inocente hasta que se demuestre lo contrario en el juicio de marzo de 2023, y que según esas leyes tiene que estar libre”.
“Eso lo entiendo pero no lo comparto. Soy la mamá de una criatura que sufrió y no entiendo que más hace falta. Hay una Cámara Gesell, pericias sicológicas, testigos, no del hecho, sino que han acompañado nuestros testimonios”.
“La otra persona involucrada en el hecho tiene audiencia en septiembre y creemos que va a pasar lo mismo. Si bien se trata de la misma víctima, son diferentes causas, tienen diferente nominación por eso se tratan por separado”.
“Nosotros acompañamos a nuestro hijo desde el día 0 por eso hoy está bien y es el mensaje que les quiero dar a todos los padres, que cuando sus hijos le manifiesten una situación como esta, les crean, lo apoyen y lo acompañen”.
“Las víctimas no hablan en el momento, hablan cuando pueden, como lo hizo mi hijo”.
“Yo tuve y tengo que seguir viajando mucho por los problemas de salud de otro hijo, y me quedaba tranquila porque mi hijo se quedaba en la casa de quien debía cuidarlo y eso no estaba sucediendo”.
“En esta decisión que se tomó no están pensando en mi hijo que es menor de edad”.
“Ellos además, nos pusieron una medida cautelar a nosotros para que no hablemos de ellos, y hoy estoy hablando a pesar de las consecuencias, porque yo no sé qué consecuencias me va a traer todo esto, porque ellos parece que tienen más derecho que yo”.
“Ellos no pueden acercarse a mi hijo ni a la familia, tienen una medida cautelar que se lo impide; pero eso no me sirve, porque yo no puedo controlar todo. Mi hijo es un niño que va a la escuela pública, que va a gimnasia, que sale con sus amigos, que tiene una vida y yo no puedo estar todo el tiempo a su lado para protegerlo”.
“Es todo muy difícil. Yo tengo a mis otros hijos y luchamos contra el sistema de salud mucho tiempo y ahora lucho contra el sistema de justicia. Mi hijo, con su corta edad, cuando pasó todo esto, atravesó por un montón de cosas, como te decía, Camaras Gesell, pericias, etc. Mientras estas personas, hasta que lo detienen, hacen su vida normalmente”.
“Yo entiendo que técnicamente está libre porque no va a entorpecer la causa, porque se ha portado excelente durante la prisión domiciliaria. ¿Pero mi hijo? ¿Y nosotros? ¿Tenemos que esperar todos estos meses hasta marzo con el miedo de cruzarlo por la calle?”
“Yo no puedo tener a mi hijo encerrado porque mi hijo no hizo nada”.
“Nosotros no podemos sentir vergüenza. A mí me da vergüenza hablar de esto, y no debo sentirla porque nosotros no le hicimos daño a nadie, hicimos lo que cualquier padre hace cuando un hijo viene con esto: acudir a la justicia”.
“A pesar de todo tengo fe de que la justicia va a actuar como corresponde y en el caso de que no, ¿Qué debemos hacer? ¿Qué hace un padre con esta situación?”
“Nos sentimos bastardeados, ninguneados. Tengo dolor y bronca. Mi hijo no puede hablar, no puede decir nada porque es un niño pero yo soy su mamá y lo voy a defender hasta las últimas consecuencias, que todo Tres Arroyos sepa que yo voy a luchar por mi hijo y creo que hablar es una forma”.