El incendio de Corrientes mantiene al país en vilo. Distintas fuerzas de seguridad dijeron presente y comenzaron a trabajar para sofocar las llamas, que consumieron más de 700 hectáreas de la provincia y un bombero de Tandil contó lo que se vive desde adentro en uno de los hechos más trágicos del 2022.
La lluvia que cayó en Corrientes logró calmar la crítica situación que vive la provincia. Es que antes de las precipitaciones, había 15 focos activos esparcidos en distintos puntos de la zona, y las llamas dañaron el 10% de la superficie total de la provincia. “Cuando llegamos nos dirigimos directamente a un incendio”, relata Diego Ibañez, oficial del cuartel central de bomberos de Tandil.
“Trabajamos en un incendio en ruta N°12 en un campo del ejército argentino de 8500 hectáreas y luego en el campo “Las Marias”, que es uno de los productores yerbateros más grande de Argentina”, reveló el funcionario de Tandil, que actualmente combate las llamas en Corrientes.
A la hora de hablar respecto al origen del fuego, que ocasionó una pérdida de vegetación y animales autóctonos de la provincia, Ibañez no dudó: “La mayoría de los incendios comienzan por acción humana, sea accidental o intencional”.
No es la primera vez que el bombero de Tandil participa en este tipo de operativos, aunque confiesa que la situación que vive Corrientes es diferente. “Es la octava o novena vez que salgo a esta clase incendios, la segunda fuera de la provincia de Buenos Aires En esta zona no llueve hace cuatro meses y las llamas, en su gran mayoría, tienen 10 semanas de actividad”, aclaró el oficial del cuartel central de bomberos de la ciudad serrana.
Desde que llegó, Ibañez y sus colegas dan todo minuto a minuto, en un lugar que vive sus horas más críticas. “Las tareas son variadas, se realizan ataques directos, con agua y equipos de zapa, y ataques indirectos, con maquinaria pesada”, reflexionó, a la espera de un milagro que permita sofocar el incendio que mantiene en vilo a todo el país.