El 6 de enero un robo se llevó la vida de Nahiara Gorosito. El asesino declaró en la Unidad Fiscal de La Banda por casi tres horas y reconoció haberla matado ya que “no quería soltar el celular”.
Diego Garzón, el culpable del crimen, el jueves 13 de enero arribó al Palacio de Justicias de La Banda cerca de las 8:30 horas, para luego ser trasladado al subsuelo donde permaneció tras las rejas hasta que la indagatoria dio comienzo.
El atacante declaró frente a la Justicia que en la parada del colectivo, en la Calle 7 y Avenida 25 de Mayo, fue donde se encontró con Nahiara. “Ella tenía agarrando una parte del teléfono y no quería soltarlo. Le di unos golpes, la agarré del pelo y después le di un puntazo”, contó Garzón.
En el lugar de la tragedia, el hombre recuerda que había otra mujer. La testigo del crimen fue quien, junto a un remisero, trasladaron a la estudiante al hospital.
Garzón dijo que, al momento en que la lesionó con el arma, la joven soltó el teléfono y él huyó. Corrió seis cuadras y se metió a la casa de su hermana, a quien le vendió el celular. Acto seguido, se bañó, cambió de ropa y quemó la campera que usó durante el asesinato.
El culpable afirmó que no sabía que la joven estaba muerta hasta el otro día cuando su hermana le avisó. Supuestamente se mostró arrepentido, sostuvo que no era su intención quitarle la vida, nunca había asesinado a nadie y que le robó para darle de comer a sus dos hijas.
Además, en base a lo que informó Diario Panorama, descubrieron que el hombre había estado drogándose el día anterior a la tragedia.
Terminada la indagatoria volvieron a ponerlo en el calabozo. Garzón está imputado por delito de homicidio criminis causa con condena a prisión perpetua.