Omar Perotti y Alejandra Rodenas prestaron juramento como gobernador y vice respectivamente. El acto se celebró en la Legislatura santafesina, con la presencia del presidente Alberto Fernández.
Perotti tuvo un discurso muy crítico del socialismo, sobre todo en lo que respecta a la gestión económica y en materia de seguridad. Sin embargo dijo que no hablará de la "pesada herencia", e indicó que se pondrá a trabajar en sacar a la provincia adelante. "A las crisis no se las llora, se las enfrenta y se las derrota", sostuvo.
El rafaelino comenzó contando lo mucho que le costó llegar a la Casa Gris. "El pueblo santafesino me enseñó a ser paciente y a no abandonar", sostuvo, al tiempo que agregó que le toca asumir en el marco de una profunda crisis económica y social nacional, pero que también pega fuerte en Santa Fe. "La solución no será simple ni inmediata, pero la vamos a encontrar", señaló.
Perotti destacó la "situación de emergencia" que se vive en materia de pobreza, pero también en materia financiera y de seguridad. Respecto al segundo punto, destacó que el resultado fiscal de Santa Fe a octubre presentaba un rojo de $9.129 millones, con gastos mensuales que crecen 9% por encima de los recursos. "Comparando enero-octubre 2019 contra el mismo periodo de 2018, Santa Fe tuvo una caída fiscal de 316%, algo que no se vio en ninguna provincia", apuntó.
A esto le sumó que la gestión de Miguel Lifschitz le deja "un elevado nivel de deuda flotante, como certificados de obra y contratos de servicios, es decir, gastos realizados y no pagados". En este sentido, dijo que será una prioridad mantener a raya los gastos de funcionamiento. "No haremos uso de pesada herencia. A las crisis no se las llora, se las enfrenta y derrota", postuló.
Sin embargo, le pegó duro al socialista: "Hay que reparar el daño institucional inédito de que un gobierno saliente le deje el arme el presupuesto provincial al entrante. Yo me comprometo a pedir todas las prórrogas necesarias para que cuando me vaya, el presupuesto lo pueda armar el nuevo gobierno", adelantó.
Luego se centró en la cuestión de seguridad. "No se puede vivir en paz sin orden, y para eso se requiere de una policía adecuada, de un sistema de investigación criminal eficiente y de un sistema judicial confiable", enumeró. Allí puso otra vez la crítica al Frente Progresista, al acusar de haber dejado que la policía hiciera "la vista gorda" frente al delito, y luego planteó la existencia de un pacto de gobernabilidad "directo o indirecto" con el hampa.
"Nosotros vamos a trazar una línea infranqueable entre los que están de un lado y otro del delito. Hay que cortar los vínculos con eso, y vamos a estar presentes con fuerza en los barrios, donde el Estado nunca debió irse", manifestó. Por último, reiteró su promesa de campaña de avanzar con el boleto educativo gratuito.
Una vez que concluyó el acto en la Legislatura, Perotti se dirigió a pie hasta la sede del Gobierno provincial. En el primer piso, el Salón Blanco fue sede del traspaso de mando. Allí estuvo Miguel Lifschitz, quien se despidió de su cargo en la víspera con un mensaje grabado y publicado en redes sociales.
Luego de ese encuentro a puertas cerradas, el nuevo gobernador le tomó juramento a sus ministros en la explanada frente a la Plaza 25 de Mayo.