En la madrugada de este miércoles, dos de los detenidos que hace 15 días encabezaron un violento motín en San Nicolás, se atrincheraron en uno de los calabozos de la cárcel de Campana, donde ahora purgan su condena, para denunciar malos tratos y un complot para "lastimarlos".
Desde el Servicio Penitenciario Bonaerense confirmaron que "los que hicieron lío fueron Carlos Escobar y Facundo Andrade", acusados junto a Gabriel Mendoza de atacar sexualmente a otro interno y con causas por robo e intento de homicidio.
Escobar tiene 25 años y fue condenado en el mismo juicio que Mendoza a 13 años de prisión. Está imputado por intento de homicidio tras el violento ataque a una familia en julio de 2013, en el que un hombre recibió un disparo de arma de fuego, por abuso de armas, amenazas y robo. Además, se comprobó su participación en el ataque armado contra Pedro Lineros, en represalia al homicidio de Gastón "Chizito" Cabrera.
Andrade tiene 26 años y solía vivir en el barrio de 49 viviendas, en San Pedro, pero cuando lo detuvieron residía junto a su familia por Molina al 600. Quedó detenido por robo y el Tribunal lo condenó a 5 años de prisión, pena que cumplía en la Unidad Penal Nº 3. Fue su propia madre, Nélida, quien salió a bancarlo y sostuvo que "está próximo a recibir el beneficio de salidas transitorias".
“Desde que llegaron al penal están sin agua, luz ni colchones. Ellos quieren cumplir su condena bien, no así como están, que los tienen como perros“, se quejó la mujer.
