El martes pasado, la población de Buena Esperanza sufrió una de las devastaciones más grande desde hace años al ser azotada por un fuerte ciclón que provocó voladuras de techos, caídas de árboles y postes, además de la anegación de calles.
Inmediatamente el Gobierno de San Luis activó el protocolo de emergencia para trabajar en distintos sectores de la localidad. Días después del siniestro, publicó un video donde se puede apreciar los daños que dejó el fuerte viento.
Este viernes las brigadas solidarias, integradas por beneficiarios del Plan de Inclusión, iniciaron las tareas para ayudar a cada familia damnificada. Además, el Ministerio de Ciencia y Tecnología continúa con la normalización de los servicios de comunicación.
En primera instancia se trabajó con el Ministerio de Seguridad y San Luis Solidario para asistir a los damnificados. El hospital en ese momento era el único que contaba con grupo electrógeno y provisión de energía eléctrica. Porque producto de las ráfagas de viento se cayeron los postes que proveen electricidad.
Un día después del siniestro, la localidad contó nuevamente con energía eléctrica, la conectividad de internet que permite las comunicaciones y asistir a los vecinos que vieron afectados sus inmuebles.