Se abstuvo de declarar el esposo y único sospechoso del crimen de Brenda Requena, la joven sanjuanina que apareció descuartizada y carbonizada en el departamento Albardón. Se trata de Diego Álvarez, la última persona que vio con vida a la mujer asesinada, quien se presentó este lunes en Tribunales y frente al juez Guillermo Adárvez negó prestar declaración. Se cree que solicitará la ampliación de indagatoria, pero mientras tanto continuará detenido en el Servicio Penitenciario de Chimbas.
Álvarez regresó a Tribunales después de la fallida indagatoria del día viernes, cuando por cuestión de tiempo no pudo dar explicaciones ante el juez. Durante las cinco horas que pasó en el lugar se le leyeron las pruebas que hay en su contra y hoy figuran en el expediente de la cusa. Además el juez notificó su traslado al Penal de Chimbas, después de permanecer más de dos semanas en los calabozos de la Central de Policía.
Este lunes finalmente tuvo la oportunidad de ejercer su derecho a defensa pero eligió no hacerlo. De acuerdo a lo que publicó Tiempo de San Juan, el acusado se abstuvo de declarar para que el letrado conozca a fondo la causa y luego solicite la ampliación de indagatoria. Con ese tiempo obtenido, las defensas aprovecharan para plantear las estrategias debidas.
Para Guillermo Adárvez, del Tercer Juzgado de Instrucción, existen pruebas suficientes para imputar a Álvarez por homicidio agravado por el vínculo y por femicidio. La más contundente es la declaración de dos adolescentes que, el mismo día que desapareció Brenda, vieron al sujeto "quemar algo" en la misma zona donde días después apareció el cadáver. Sin embargo el proceso judicial recién empieza y por ahora está en la etapa de instrucción.