Una familia salteña de Cachi adoptó al burro “Ricardito” como un miembro más: lo crió, domesticó y cuidó con mucho amor. No obstante, un día desapareció y, gracias a un operativo policial que se abrió, lo hallaron junto a otros 23 asnos que iban a ser vendidos de manera ilegal.
Luego de que desapareciera y no regresara a su hogar, los cuidadores de Ricardito denunciaron lo sucedido. Por varios días lo buscaron hasta que lo hallaron junto a otros de su especie.
Había sido secuestrado por un grupo de personas que estaban desarrollando maniobras ilícitas. Tenían a muchos animales en cautiverio para venderlos a las carnicerías y que allí los sacrifiquen.
Estos ejemplares, pertenecientes al Parque Nacional Los Cardones, en la localidad de Payogasta, fueron rescatados por el fiscal Daniel Escalante.
El operativo fue efectuado con coordinación de la Policía de la Provincia. Según investigaron, las intenciones de los implicados, que se encontraban en Cachi, era vender los burros salvajes para una faena ilegal fuera de la Salta.
Al rescatarlos, el comisario Fausto Cayo aseguró que todos serían devueltos a su hábitat natural tras hacerles algunos controles sanitarios. No obstante, Ricardito reconoció a su dueño y lo siguió, demostrando que no era salvaje, estaba domesticado y era parte de la familia.
El fiscal Escalante logró que se libere a los ejemplares. Desde el Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogagos de Salta publicaron lo sucedido a través de su cuenta de Facebook.