El 3 de mayo comienza el juicio por el femicidio de Jimena Salas

Los imputados Sergio Vargas y Nicolás Cajal presentarán 100 testigos. Está previsto que la audiencia debate se extienda hasta el 21 de mayo.

Jimena Salas
Jimena Salas

A Jimena Salas la asesinaron el 27 de enero de 2017 dentro de su casa. Se defendió con todas sus fuerzas, lo más que pudo, y logró proteger a sus dos hijas que también estaban en la escena del crimen. Nunca pudieron encontrar a el o los asesinos, tampoco se sabe cuál fue el móvil de este femicidio lleno de misterios y contradicciones. Sin embargo, el próximo 3 de mayo comenzará el juicio contra dos hombres. Uno es Sergio Vargas, quien actualmente está preso acusado de haber asesinado a la mujer a cambio de dinero, y el otro es el viudo de la víctima, Nicolás Cajal, imputado por encubrimiento agravado en perjuicio de la administración pública.

La audiencia será presidida por el juez Francisco Mascarello y está previsto que se desarrolle entre el 3 y el 21 de mayo en jornadas que iniciarán a las 8 de la mañana y para las que las partes citaron a más de 100 testigos a declarar. Los fiscales penales Ana Inés Salinas Odorisio, Gustavo Torres Rubelt y Ramiro Ramos Ossorio, representarán al Ministerio Público ante la Sala VII del Tribunal de Juicio del distrito Centro en la audiencia de debate.

En la marcha que conmemoró el cuarto aniversario del femicidio de Jimena convocada por sus amigas y amigos también se sumaron familiares de Sergio Vargas, el vendedor ambulante imputado como partícipe secundario del delito de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento. Ellos aseguran que el hombre es inocente y que es el perejil de la causa. Piden que la Justicia investigue y busque a los verdaderos responsables.

Tiempo después del hecho encontraron el celular de Jimena, que había desaparecido de la escena del crimen, donde había fotografías de un hombre, a quien no se le veía el rostro, sosteniendo un perrito. Al parecer el animal habría sido la excusa para ganarse la confianza de la víctima e ingresar a la casa.