La pandemia del coronavirus tiene en vilo al mundo. A Argentina llegó hace un par de semanas y ante la constante confirmación de casos, el presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento total y obligatorio.
Por estos días es dificil conseguir barbijos en las farmacias. Tampoco se consigue alcohol en gel y en algunos locales que tienen piden precios exageros por cada frasco.
La demanda de estos elementos es grande, en especial en la salud pública, que continúa trabajando al servicio de la comunidad. Para sumar su granito de arena, una vecina salteña confeccionó barbijos para el personal sanitario del hospital de Hipólito Yrigoyen.
Se llama Georgina López pero todos la conocen como Tía Tita. Tiene 80 años de edad y es mamá de Enrique Medina, un médico que trabaja en el hospital de Yrigoyen. Ella misma compró las telas y las cose con una máquina que tiene en su casa. Un gesto desinteresado en tiempos donde muchos no cumplen la cuarentena o se despeseran por abastacerse dejando góndolas vacías.