El pasado jueves, Pablo Sánchez, un repartidor de la localidad de Villa Gobernador Gálvez, murió tras ser atropellado por un móvil policial que estaba realizando una persecución a otra persona. Esa misma noche, familiares y allegados del joven provocaron destrozos en el Hospital Gamen, al que fue internado de urgencia antes de ser derivado a Rosario, donde finalmente murió.
Su hermano declaró que, luego del accidente, Sánchez estuvo más de 45 minutos tirado hasta que lo trasladaron al Gamen; y una vez allí, recibió maltratos de un enfermero, que intentó atarlo.
El joven fue posteriormente derivado al Hospital Provincial de Rosario, debido a la gravedad de sus heridas. Sin embargo, una vez allí los médicos no pudieron hacer demasiado para evitar su deceso, que se dio unas horas después del siniestro vial con el patrullero.
Tras confirmarse la muerte de Sánchez, sus familiares y amigos fueron en grupo hasta el Gamen, al que ingresaron a la fuerza, provocando disturbios en la sala de guardia, con pintadas y piedrazos. La situación requirió el ingreso de un grupo de infantería para desalojar a los manifestantes.
Por su parte, los médicos hicieron un cese de actividades, hasta que la provincia pueda garantizar su seguridad para seguir trabajando.
¿QUé dijeron desde el hospital gamen sobre la muerte del repartidor?
En diálogo con el medio digital Aire, la delegada del Gamen, Eleonora Salvatierra expresó: “Entendemos el dolor de la familia. Se suscitaron hechos de violencia hacia el hospital. Acá hay una causa de homicidio culposo y el hospital brindó al la Justicia todo el listado de quienes estaban trabajando ese día. El hospital no va a ocultar ninguna información”.
Según consta en la causa, el repartidor de 34 fue atropellado en la esquina de Belgrano y Libertador por un móvil policial que circulaba a alta velocidad con las sirenas activadas, en el medio de una persecución. Primero fue trasladado al Gamen y luego al Hospital Provincial de Rosario, donde falleció horas después.
