En la ciudad no faltan parejas que caminan veredas opuestas cuando se juega el clásico rosarino. Sin embargo, pocas podrán contar una historia como la del fanático que le propuso casamiento a una hincha de Newell’s desde la cancha de Rosario Central y logró su objetivo.
“Decime que sí, guacha”, exclamó Agustín Ávila cuando le hicieron reportaje cerca del Gigante de Arroyito. Además de la camiseta canalla, llevaba un cartel grande dedicado a su novia.
Ni bien se cruzó con el periodista mientras iba al estadio de Rosario Central, el protagonista aclaró que su plan tenía un “problema” importante, ya que su pareja no estaba en la cancha. “No vino porque es de Newell’s”, confesó.
“¿Te querés casar conmigo?”, escribió Agustín sobre un cartón ancho que llevaba como si fuera la bandera más valiosa de todo el Gigante. Lo curioso es que el amor no le impidió aprovechar la cámara de televisión para hacer las bromas típicas del clásico entre leprosos y canallas.
Exaltado frente al micrófono de TyC Sports, el hincha auriazul afirmó con una sonrisa: “Te querés matar, Julieta. Les ganamos 4 a 0 y se fueron”. A continuación, pidió ayuda para convencerla y terminó el reportaje arrodillado junto a un coro de fanáticos que repetían el nombre de su novia.
¿Qué pasó con el fanático de Rosario Central que le pidió casamiento a su novia, hincha de Newell’s?
“La relación es así, rara”, respondió Agustín Ávila con desenfado cuando le preguntaron por qué cargaba a su pareja mientras le pedía casamiento. Después fue a ver el partido de Rosario Central con Arsenal y ratificó la confianza en su plan con el cartel desplegado en la platea, aunque sin señales de que ella es leprosa.
Un reportero gráfico que cubrió el encuentro publicó la foto del novio canalla y días más tarde llegó la respuesta que todos esperaban. “Aquí estoy, le dije que sí”, anunció Julieta Ojeda desde su cuenta de Instagram.
Así como su prometido aprovechó la cámara de televisión para demostrar su pasión por Central, la rosarina hizo lo propio a la hora de confirmar el compromiso. Con ironía, aclaró: “Lamentablemente, voy a seguir siendo de mí gran amor, Newell’s”.
“Vamos a tener fiesta. Gracias, canallas, por la buena onda que me tiraron”, agregó Agustín más tarde. En cuestión de días, la pareja fue al Registro Civil con el cartel de la propuesta de matrimonio y firmaron los papeles.