Ángel Di María y Jorgelina Cardoso llevan más de una década caminando juntos, compartiendo alegrías, desafíos y cambios de ciudad. Este miércoles celebraron sus Bodas de Marfil, que representan 14 años de matrimonio, con mensajes cargados de ternura y recuerdos imborrables de su boda en Rosario.
Desde sus redes sociales, Jorgelina compartió fotos del casamiento, con un vestido blanco tradicional y la sonrisa de los dos cuando todavía todo estaba por comenzar. Acompañó el posteo con un mensaje emotivo: “Simbolizan la pureza y la durabilidad de una relación que ha perdurado a través del tiempo”. Y agregó: “Siempre fuertes y unidos. Te amo”.

Ángel, por su parte, sorprendió a su esposa con un desayuno romántico, decorado con globos y una taza que decía: “Gracias por ser mi casa. Mi gran equipo y mi gol más importante”. Un gesto simple pero profundo, que representa todo lo que construyeron en estos años.
La historia de ellos comenzó mucho antes de que Di María fuera campeón del mundo. Jorgelina estuvo a su lado en cada mudanza, desde Rosario a Lisboa, luego Madrid, Manchester, París y, más recientemente, Turín y Portugal. En cada lugar, ella fue su sostén, y juntos criaron a sus dos hijas, Mía y Pía.

Para los seguidores, esta pareja siempre fue sinónimo de lealtad y discreción. Pocas veces se muestran en exceso, pero cuando lo hacen, dejan en claro que el amor real existe, que se trabaja día a día y que el tiempo solo lo fortalece. Así lo expresó Jorgelina con otra frase: “El encaje simboliza la dedicación artesanal. Así somos nosotros”.

El festejo por sus 14 años llega también en un momento especial para Di María. Luego de anunciar su retiro de la Selección Argentina, está enfocado en su nuevo ciclo en Benfica, con más tiempo para disfrutar de su familia. Esta pausa les permitió volver a reencontrarse como pareja, sin presiones ni giras.
Las imágenes del aniversario se llenaron de comentarios, emojis de corazones y palabras de admiración. Y no es para menos: la historia de Di María y Jorgelina es la de muchos que se eligen todos los días, que saben que el amor no es solo pasión, sino también paciencia, confianza y compañerismo.
Celebrar 14 años en silencio, sin estridencias y con un desayuno hecho con amor, dice mucho más que cualquier evento fastuoso. Porque en el fondo, cuando se trata de amor verdadero, los detalles cotidianos valen más que cualquier lujo.