Con un pico de 38,6 grados a la tarde, Rosario fue la ciudad más caliente del país y a la noche ardieron las islas frente al Monumento Nacional a la Bandera. Este miércoles la ciudad amaneció con un olor a humo fortísimo como resultado de los incendios y la rotación del viento.
El horizonte al otro lado del río Paraná se tiñó de naranja y rojo a última hora por el avance del fuego en el Delta. Las imágenes se viralizaron en redes sociales este martes en paralelo con el reclamo de la sanción de una ley para la protección de humedales que todavía no fue tratada en el Congreso de la Nación.
El impacto ambiental de los incendios se hizo sentir desde temprano al día siguiente. Tanto en el centro como en otros sectores, el humo invadió las calles de Rosario y la contaminación del aire llegó al punto de que podía verse mientras salía el sol.
Ocho zonas de la ciudad se quedaron sin luz a la noche y este miércoles estaban previstos cortes de electricidad rotativos por parte de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Al combo para un fin de año muy complicado se agrega la continuidad del alerta amarillo por altas temperaturas a nivel local y regional.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la máxima probable en Rosario es de 40 grados. Para lo que resta de la semana se espera que las marcas en el termómetro bajen un poco y existe alguna chance de tormentas aisladas entre la noche del viernes y la madrugada del sábado.