VIERNES
Vacas sagradas a las 20 en Teatro Odiseo.
Un matrimonio de clase media de un barrio suburbano, en un intercambio estudiantil recibe en su hogar a un estudiante de la India. Esta relación dispara en el marido (apañado por su mujer) un discurso plagado de prejuicios ideológicos y clasistas, sobre lo “extranjero” y lo local.
Midachi a las 21.30 en el Teatro Broadway.
El trío cómico santafesino, integrado por Dady Brieva, Miguel del Sel y el Chino Volpato, vuelve a reunirse para presentar 35 años.
La Orden del Dragón a las 21 en el Teatro del Rayo.
En 1976 -año chino del Dragón– sucedió en Argentina una de las catástrofes más grandes de su historia. Un grupo de monstruos asesinos sumieron al país en la más cruel de las noches implementando una tecnología del infierno con espantos planificados.
SABADO
Fragmentos de Vangart a las 20:30 en el Galpón 15.
El show es dirigido por los creadores del Cirque du Soleil y protagonizado por artistas rosarinos. La trama de la obra se apoya sobre el vínculo que existe entre la ciudad y el Paraná.
Fausto o la pasión según Margarita a las 21 en Teatro El Rayo.
Fausto, viejo y enfermo, se enfrenta a Dios que lo ha olvidado. Lo que natura no da, Salamanca sí que provee. El Diablo le restituye la juventud perdida y le provee una mujer bella y joven: Margarita. Pero al momento de acordar la entrega del alma Fausto no firma el contrato.
Humo a las 21.30 en La Sonrisa de Beckett.
Humo es un sueño lúcido a través de las palabras de su libro “ Vagones transportan Humo”. Inspirándonos en su impronta artística y en el espíritu escénico de la época, atraviesan sus textos empapandonós del fuego de la revolución under, y la nostalgia de quienes reconocen la sustacia de algo que ya se ha apagado.
Cachetazo de campo a las 22 en el Centro de Estudios Teatrales.
Nélida deja todo y se lleva a Sandra, la hija, con lo puesto. Al campo se la lleva. Están en el campo y con el Campo. El hombre lleva nombre de paisaje. El campo o el confort le dicen a Sandra. No se puede tener todo. Entre ellas se habla del clima, se habla de muñequitos de trapo, se habla de mascotas y de películas. Siempre se habla de otras cosas porque hay palabras que no se pueden nombrar, nombrarlas significaría reconocerse en ese espejo en el que no quieren mirase; enfrentar lo oculto, lo que no se puede, lo que se teme.
