Una familia vive una situación muy delicada porque Julia, una nena de un año y medio, sufre convulsiones desde los cuatro meses. La medicación que le proporcionó su médica no ayuda y es por eso que le solicitó un estudio médico. En su momento la obra social lo rechazó y ahora la Justicia falló a favor de la menor.
En diálogo con El Tres, Maira, la madre de Julia, precisó que tras conocer la postura de la Obra Social del Personal de la Actividad del Turf (Ospat), debió hacer una presentación a través de su abogada para que finalmente autorizaran un análisis genético.
La neuróloga de la menor necesitaba el estudio para conocer si Julia tiene síndrome de Dravet, ya que la pequeña no responde a la medicación y todos los estudios arrojan resultados normales.
El análisis genético cuesta unos 50 mil pesos y el resultado demora alrededor de 45 días.
La nena comenzó con la epilepsia a los cuatro meses y desde ese momento cada tanto tiene episodios muy fuertes y que no puede ser contrarrestados por las drogas habituales.
Al respecto, Carina Mazzeo, la abogada de la familia, precisó que la obra social se rehusó a hacerse cargo del estudio porque no está contemplado en el Plan Médico Obligatorio (PMO).
El síndrome de Dravet es una encefalopatía epiléptica de grado muy severo que se inicia en el primer año de vida, con crisis habitualmente desencadenadas por la fiebre, a las que sigue una epilepsia farmacorresistente.