Las ventas para este Día del Padre fueron flojas, en algunos casos por debajo de las registradas el año pasado, según indicaron los comerciantes que ya venían complicados con los tarifazos y las fuertes subas de los alquileres.
"Estamos igual o tal vez un poco más abajo en el volumen que el año pasado", señaló el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, al diario La Capital. "Tampoco se podía esperar gran cosa, ya el año pasado tuvimos una caída de un 3,5 por ciento y las circunstancias no han cambiado mucho", completó.
Más allá de que este sábado y domingo pueden ser los días que más se venda, no cree que esto vaya a alterar el panorama general. "Los precios se han disparado a la par de los costos, muchos no pueden pagarlos y hay un límite porque las tarjetas están saturadas", sostuvo.
Mientras el ticket promedio el año pasado fue de $500, este año es difícil bajar de los $700, pero comprando lo mismo o menos que en 2017 debido a la enorme inflación.
Para intentar incrementar las ventas, el municipio liberó el estacionamiento medido entre jueves y sábado en el sector comprendido por las calles Buenos Aires, Tucumán, Dorrego y Mendoza.
