Con la suspensión de la Fiesta de Colectividades como principal novedad, Rosario este martes a las 10 de la mañana empezó un paro de trabajadores municipales como resultado del reclamo gremial por el pago diferido de horas extra. Cerca del mediodía, era nutrida la concentración frente al Palacio de los Leones, en lo que fue el acto central.
"Cuando va el personal a cobrar las horas extras le dicen que no hay plata. Pero después vemos que empresas contratadas ajustan por inflación", expresó Antonio Ratner, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, en contacto con la prensa.
Si bien está garantizado el normal funcionamiento del transporte y la recolección de residuos, los centros de salud dejaron de atender al público a raíz de la medida de fuerza al igual que en áreas descentralizadas de cada distrito. De esta manera, sólo quedaron guardias mínimas en hospitales y efectores, así como en lo que respecta a tareas dependientes de la Secretaría de Control y Convivencia. La actividad se normaliza a las 6 de la mañana de este miércoles.
Sobre el futuro del conflicto a partir de la asunción de Pablo Javkin en la intendencia desde el 10 de diciembre, Ratner admitió que hubo dialogo con el jefe comunal electo, aunque no descartó que con la salida de Fein el problema quede resuelto. "Vemos con preocupación el panorama con el que va a sumir el nuevo intendente. Pero vamos a estar en la misma situación", sostuvo
En materia de tránsito, este martes los carriles exclusivos y estacionamiento medido funcionan de manera habitual al igual que el sistema Mi Bici Tu Bici. El servicio de taxis y remises tampoco se interrumpe mientras rija el paro.
Por otra parte, la Secretaría de Cultura y Educación confirmó la suspensión de aquellas actividades programadas en espacios municipales, mientras que el Mercado del Patio abría sus puertas en los horarios regulares.
El cese de actividades dispuesto por el resto de la jornada busca darle fuerza a la protesta que se anunció frente al Palacio de los Leones como parte del conflicto que se desató el ajuste de la gestión de Mónica Fein a partir de la devaluación de agosto. La semana pasada, la intendenta ratificó que el estado de las cuentas del Ejecutivo sigue siendo delicado y planteó como ejemplo que la TGI registra un desfase del 50% en relación a los costos que se deben cubrir con la recaudación.
