En plena situación por la pandemia de COVID-19, el gobierno de Chaco resolvió permitir a las líneas provinciales, sean urbanas o interurbanas, a la ocupación de todos sus asientos. Esta decisión se tomó a pesar de que el distanciamiento de dos metros recomendado para la pandemia es imposible de mantener en un colectivo lleno.
Esta medida incluye también a las unidades que realizan el tramo entre Resistencia y Corrientes, el cual fue reactivado tan solo hace dos semanas. Al mismo tiempo, los colectivos mantendrán su frecuencia conforme al cronograma ya autorizado por la provincia y Nación.
A su vez, fueron retirados todos los controles sanitarios para el ingreso a la provincia, política que seguirá en pie hasta el 15 de marzo. Con esto, tras un año de pandemia, Chaco es la primera provincia en el país en tomar esta decisión.
A pesar de esto, se mantiene un registro de quienes ingresan y egresan de la provincia, y continúan las medidas de uso obligatorio de barbijo y distanciamiento social, con lo cual quienes hagan caso omiso serán multados. En los colectivos, los pasajeros además tampoco pueden realizar actividades que involucren quitarse los tapabocas, aun sea para comer o beber.
En comparación a la medida de ocupación permitida en colectivos, en teatros, cines, auditorios e iglesias el porcentaje de capacidad indicado es del 50%, mientras que para otros eventos culturales y educativos a puertas cerradas es del 30%.