El presidente Javier Milei regresó a Buenos Aires en la tarde de este martes tras la Cumbre del Grupo de los 20, que congregó en Río de Janeiro a los mandatarios de las principales potencias de europeas, americanas y asiáticas.
El paso del argentino en lo que fue su debut presidencial en el G20 tuvo un marcado acento pragmático: el país firmó un acuerdo de gas con Brasil (pese a que Milei había dicho que jamás negociaría con “un corrupto y comunista” en alusión a Lula da Silva); también adhirió a la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza (que impulsó el propio Lula); y confirmó la relevancia que ahora le da la gestión libertaria a la relación con China, pese a la resistencia ideológica expresada el año pasado.
Así las cosas, Milei recibirá en la noche de este martes en Olivos a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para terminar una semana dominada por la agenda internacional.
Reunión con China
En el segundo y último día de la cumbre, el mandatario y su delegación se reunieron a lo largo de una mesa con el presidente de China, Xi Jinping y su comitiva, en lo que fue, acaso, la cumbre bilateral más importante para Argentina.
China acaba de inaugurar el megapuerto de Chancay, próximo a Lima, que le permitirá multiplicar el tráfico comercial con América del sur. El Gigante Asiático necesita abrir mercados a sus productos.
“China expresó su interés en incrementar el comercio con la República Argentina, mientras que Argentina manifestó su vocación de diversificar y aumentar su oferta de exportaciones al mercado chino”, publicó el Gobierno argentino sobre la reunión. “Se reafirmaron los vínculos y acuerdos comerciales y financieros vigentes”, se agregó. Sin nombrar, la referencia alude a la negociación por el swap, valuado en más de cinco mil dólares, que China accedió a extender para no asfixiar la economía argentina.
Oficialmente se informó que Xi Jinping cursó una invitación formal a Milei para visitar China y, en retribución, el argentino extendió una invitación formal a su para visitar Argentina.
Reuniones de peso y posiciones ratificadas
Las otras bilaterales fueron con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva (que elogió los resultados del plan económico argentino), y con el primer ministro de la India, Narendra Modi. El lunes, Milei se había reunido con el titular del Banco Mundial, el indio-estadounidense, Ajay Banga. Esta semana podrían registrarse avances sobre los préstamos por US$2.000 millones acordados en octubre, hizo trascender la delegación argentina.
Al presidente lo acompañaron su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; los ministros Luis Caputo, Federico Sturzenegger y Luis Petri, el canciller Gerardo Werthein, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, además de otros secretarios y funcionarios del Gobierno.
En los dos discursos que dio ante el G20, el presidente insistió en marcar sus diferencias con el multilateralismo, las agendas climáticas y de género, igual que los programas contra la pobreza. Ese rupturismo discursivo, sin embargo, se vio en parte flexibilizado por la firma del Gobierno argentino de los compromisos globales surgidos de la cumbre.
Acaso el afán de diferenciación a nivel mundial, llevó a Milei a ausentarse de “la foto de familia”, con los mandatarios reunidos esta vez en el Museo de Arte Moderno de Río. Si bien fuentes oficiales explicaron que la foto se registró mientras Milei estaba con la misión del FMI, sorprendió la presencia de Kristalina Georgieva en el “retrato de familia”.
Milei tampoco participó de la fotografía de los presidentes latinoamericanos progresistas Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), la reciente electa, Claudia Sheinbaum Pardo (México), y el anfitrión Lula. Boric, en su discurso ante el G20 replicó a Milei, y dijo que el neoliberalismo había empobrecido a Chile.
Acercamiento (medido) con Brasil
Las diferencias ideológicas, que Milei mostraba como “infranqueables” antes de ser presidente, tampoco impidieron al país firmar un memo para llevar gas desde Vaca Muerta a Brasil.
El distanciamiento personal entre Lula y Milei quedó expuesto desde el saludo de bienvenida, donde el brasileño le estrechó la mano, mientras que al resto de los mandatarios acompañó el gesto con un abrazo. Igual, en las fotografías oficiales, Lula sale serio solo en la foto que comparte con el argentino.
Todos los jefes de Estado firmaron su adhesión a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza (junto a más de 80 naciones), impulsada por Lula da Silva. Pese a proclamados rechazos a iniciativas multilaterales similares, Milei terminó estampando su rúbrica.
El Gobierno publicó después una aclaración. “La República Argentina se suma a esta Alianza Global” lo que “no implica la aprobación colectiva de instrumentos o programas de políticas específicos”.
“Las políticas socialistas violan los derechos de los individuos y, al asfixiar las economías de los Estados nacionales, siguen provocando un subdesarrollo insostenible que impide cualquier lucha viable contra el hambre y la pobreza”, indicaron.
El Gobierno argentino también firmó la declaración conjunta de la Cumbre, que impulsa un pacto para combatir el hambre y el calentamiento global (“el G20 es responsable del 80% de las emisiones de efecto invernadero”, afirmó Lula), pero también incluyó el consenso para incrementar ayuda urgente para Gaza (contra el alineamiento irrestricto con Israel proclamado por Milei) y el fin de la guerra en Ucrania.
Milei firmó el documento pero dejó asentadas algunas diferencias relacionadas a la agenda climática 2030 (“un programa supranacional de naturaleza socialista”) y reafirmando que la solución para combatir la pobreza y erradicar el hambre es “correr al Estado del medio”. Argentina también objetó la cláusula sobre los impuestos a los multimillonarios y a las políticas que promueven la igualdad de género.
Milei arrancó el jueves y viernes pasado una apretada agenda internacional que lo tuvo en una gala republicana en la Florida, Estados Unidos, donde saludó a Donald Trump. El fin de semana recibió en Casa Rosada a Emmanuel Macron y después siguió el G20 con las bilaterales.
Este miércoles, Milei volverá a ver a Meloni. Al hablar en el foro conservador que reunió a los principales donantes de la campaña de Trump, Milei dejó una definición del tablero internacional que observa: “Los Estados Unidos liderando en el norte, la Argentina en el sur, Italia en la vieja Europa e Israel, el centinela en la frontera de Oriente Medio”.