En su mensaje ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Javier Milei criticó esta tarde al organismo nacional por “seguir políticas colectivistas” y anunció que Argentina no firmará la Agenda del Futuro promovida por la ONU.
“Este es mi primer mensaje ante las Naciones Unidas; quiero alertar, con humildad, sobre el camino que están transitando hace décadas y sobre el peligro que esta organización fracase en cumplir su misión original”, empezó Milei. Antes, se había presentado: “Para aquellos que no lo saben, yo no soy un político, soy un economista, un economista liberal-libertario”.
“No vengo a decirle al mundo lo que tiene que hacer, vengo a decirles lo que va a ocurrir si las Naciones Unidas persisten con sus políticas colectivista”, dijo, en un discurso en el que reiteró el alineamiento de su gobierno con Israel, mencionó -sin mucho énfasis- el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas y anunció que Argentina abandonará su histórica política de “neutralidad” en materia de relaciones exteriores.
En el auditorio, siguiendo el discurso, estuvieron Karina Milei, la canciller Diana Mondino, el ministro de Economía, Luis Caputo, el embajador Gerardo Werthein y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Esta organización dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante y comenzó a mutar; se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir no solo lo que debe hacer cada estado nación, sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo”, criticó Milei, en lo que fue el eje de su discurso.
“Ha sido remplazado por un modelo de gobierno supranacional conducido por burócratas internacionales que pretenden imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vida determinado”, insistió.
“Lo que se está discutiendo esta semana en Nueva York en la Cumbre del Futuro no es otra cosa que la profundización de ese rumbo trágico que esa institución ha adoptado”, indicó.
“Quiero ser claro en la posición de la agenda de Argentina: la Agenda 2030, aunque bienintencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad, con soluciones que atentan contra la soberanía de los estados nación y violenta el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, definió.
“Así hemos visto como una organización que nació para defender los derechos del hombre, ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad”, dijo, y puso como ejemplo las cuarentenas “a nivel global” por el Covid, las “que deberían ser considerado un delito de lesa humanidad”.
Milei rechazó que Cuba y Venezuela integren el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, igual que la presencia de países islámicos en el Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer (“países que castigan a las mujeres por mostrar la piel”, definió).
Como había trascendido, reafirmó su posición de alineamiento con Israel. “En esta misma casa se ha votado sistemáticamente contra el Estado de Israel que es el único país de Medio Oriente que defiende la democracia liberal, mientras se ha demostrado en simultáneo la incapacidad total de responder al flagelo del terrorismo”, dijo.
“En el plano económico, se han promovido políticas colectivistas que atentan contra el crecimiento económico, violentan los derechos de propiedad y entorpecen el proceso económico natural, privándole a los países más pobres del mundo de disponer de sus recursos naturales para salir adelante”, comentó en contra de la Agenda 2030.
“Regulaciones y prohibiciones impulsadas por los países que se desarrollaron gracias a hacer lo mismo que hoy condenan”, sostuvo Milei.
El presidente argentino aludió a la deuda externa. “Se ha promovido, además, una relación tóxica entre las políticas de gobernanza global y los organismos de crédito internacional, exigiéndole a los países más relegados que comprometan recursos que no tienen en programas que no necesitan, convirtiéndolos en deudores perpetuos para promover las agendas de las elites globales”, dijo.
“Tampoco la organización ha cumplido satisfactoriamente su misión de defender la soberanía territorial de sus integrantes, como sabemos los argentinos de primera mano, en la relación con las Islas Malvinas”, apuntó, en la única mención al histórico reclamo argentino de soberanía.
Milei habló de “la aberrante invasión rusa a Ucrania, que ya le ha costado la vida a más de 300.000 personas”.
Dijo que las Naciones Unidas “en vez de enfrentar estos conflictos, invierte tiempo y esfuerzo en imponerle a los países pobres qué, cómo y deben producir, con quién vincularse, qué deben comer y en qué creer, como pretende dictar el presente Pacto del Futuro”.
“Quiero hacer una advertencia: estamos ante un fin de ciclo. El colectivismo y el postureo moral, de la agenda woke, se han chocado con la realidad y ya no tienen soluciones creíbles para ofrecer a los problemas reales del mundo”, enfatizó el mandatario.
“Queremos expresar – oficialmente - nuestro disenso sobre el Pacto del Futuro, firmado el día domingo, e invitamos a todas las naciones del mundo libre a que nos acompañen, no sólo en el disenso de este pacto, sino en la creación de una nueva agenda para esta noble institución: la agenda de la libertad”, propuso Milei. Fue entonces que agregó: “Sepan que la República Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó y va a estar a la vanguardia de la lucha en defensa de la libertad”.
Duro mensaje contra Milei
Previamente, los presidentes de Brasil, José Inacio “Lula” Da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, habían cuestionado lo que Milei dijo después.
“En su poder de prohibición y censura gritan: ¡Viva la libertad, carajo! Pero es solo la libertad del 1% más rico de la población mundial. Su sentir mercantil y libre, lleva a la destrucción de la atmósfera y de la vida”, dijo el colombiano Petro.
Lula pidió por una lucha urgente contra el avance del cambio climático e hizo referencias al peligro de los “experimentos ultraliberales” en América Latina, refiriéndose a Bolsonaro, Milei y Elon Musk, luego de la reciente problemática en su país con la red social X.
“En Brasil, defender la democracia conlleva a actuar contra ataques extremistas, mesiánicos y totalitarios que difunden el odio y el resentimiento”, dijo el presidente brasileño y agregó: “la democracia tiene que responder a las aspiraciones legítimas de aquellos que ya no aceptan el hambre y la desigualdad”.
“En un mundo globalizado no tiene sentido recurrir a patriotas falsos, a aquellos que desean aislarnos, ni tampoco tiene sentido recurrir a experimentos ultraliberales que no hacen más que empeorar las dificultades de un continente empobrecido”, sostuvo Lula.