Juntos por el Cambio vive horas de pura tensión, en medio de la crisis que generó la ruptura del espacio en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque difícilmente lo reconozcan públicamente, la realidad marca que la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de desdoblar las elecciones porteñas, generó una fractura que se vuelve casi imposible de arreglar.
Como en política nunca está todo dicho, es difícil argumentar que se quebró la alianza opositora. Sin embargo, no es errado señalar que la disputa en la Ciudad es solo un síntoma de lo que se vive en todo el país: las peleas por vencer al kirchnerismo, provocó fuertes grietas dentro del mismo espacio.
Algo de esto se vivió en Córdoba en los últimos meses, cuando Rodrigo De Loredo buscaba pelear un lugar por la gobernación. Pero la irrupción nacional hizo que Luis Juez sea el candidato que irá a pelear el puesto que tiene Juan Schiaretti con el actual intendente de Córdoba, Martín Llaryora.
Lo que se logró en territorio cordobés, no pudo replicarse en Mendoza con la candidatura de Omar De Marchi que irá a pelear en las PASO con Alfredo Cornejo, en una maniobra que llevó a que desde Buenos Aires quisieran intervenir. Sin embargo, el espacio de De Marchi tomó un postura agresiva y, sin mediar palabra, se lanzó a la candidatura.
Justamente, Larreta criticó esta postura del candidato mendocino semanas atrás diciendo que “puede haber alguna diferencia interna sobre algún tema, alguno tiene una visión, otros otra; pero siempre primero la unidad”.
Incluso, cerca del mandatario porteño deslizaron que “ante la unilateral decisión de Omar De Marchi de romper Cambia Mendoza”, el Secretario General del PRO Nacional, Eduardo Macchiavelli, se comprometió a “trabajar para garantizar la integración del PRO al frente provincial”.
Otro frente que puede abrirse en las próximas semanas, es en Santa Fe, donde la que se postuló fue Carolina Losada quien afirmó que está “preparada” para ser la gobernadora de la provincia. Allí la actual diputada disputará el espacio con el precandidato Maximiliano Pullaro, en una interna que todavía no despertó.
En ese marco, aún queda por ver qué va a pasar una de las provincias que cuenta con una importante disputa interna. Se trata de una jurisdicción clave como la Provincia de Buenos Aires donde todavía no estalló ninguna disputa fuerte, pese a que habrá una PASO interesante entre varios candidatos.
Las elecciones bonaerenses se disputarán al igual que las nacionales y allí los roles están bien definidos. Con el conocimiento de que irán a pelear con un Axel Kicillof que buscará la reelección, Diego Santilli y Cristian Ritondo son los dos nombres del PRO para jugar fuerte allí.
En este caso, no habrá problema con la famosa “lista sábana” ya que los dos candidatos están bien marcados con su disputa de poder: Santilli con Larreta y Ritondo con Bullrich. A eso se le suma la presencia de Facundo Manes que corre desde más atrás.
Sin embargo, el problema que tendrán los candidatos presidenciales aquí será la “carnicería” de las intendencias del Conurbano. Principalmente por acuerdos que Larreta tiene con algunos intendentes que buscarán la reelección y los nombres ligados a Bullrich que aparecen para disputar el lugar en las PASO.
Esto marca un punto similar al de la Ciudad: no quieren internas dentro de Juntos por el Cambio y no pelear la interna en sus partidos para asegurar el mandato los próximos cuatro años. Allí es donde se empiezan a quebrar los puntos de la alianza Cambiemos.
Con el apoyo de la UCR y la Coalición Cívica, en 2015 el PRO ganó con la fórmula que llevó a Mauricio Macri a la presidencia. En ese marco, tras la derrota en 2019 y la vacante que dejó el líder porteño, la UCR busca tener más protagonismo en estos comicios y, por qué no, apuntar a la presidencia.
Es algo que el radicalismo le reclama al exmandatario desde que se quedó con la elección de aquel año. De hecho, es uno de los argumentos que desliza, casi siempre, Gerardo Morales en sus palabras, por lo que la pelea que Lousteau le puede dar en la Ciudad sería un golpe muy duro para el macrismo.
Resta por saber cuál será la postura a nivel nacional, aunque son varias las voces que advierten un alineamiento entre Larreta y el radicalismo, para buscar una figura fuerte y tener alcance nacional. Ahora habrá que ver si finalmente hay una fórmula que involucre a la UCR o Larreta puede jugar otro as bajo su manga.
Estos quiebres en Juntos por el Cambio empiezan a ser cada vez más repetitivos y se replican a diferentes jurisdicciones. En La Pampa, la victoria del radical Martín Berhongaray por sobre el candidato del PRO despertó la fuerza e idea de los radicales de sumarse a una interna que ya de por sí tenía muchos caciques.
Por último, queda por ver qué pasará con Rodríguez Larreta y la pelea interna con Patricia Bullrich y su radicalización. El alcalde porteño recibió el respaldo de la UCR e intenta ganar el famoso “voto del medio”, pero ¿alcanzará para vencer al discurso de la exministra de Seguridad?