Este lunes se inició la tercera semana del juicio a los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. La jornada contó con los testimonios de tres amigos de los rugbiers, de los cuales dos fueron sobreseídos. Además, declararon familiares de algunos acusados. Pero el momento destacado de la audiencia lo protagonizó Máximo Thomsen, quien pidió declarar bien entrada la tarde.
El primero en brindar testimonio fue Juan Pedro Guarino (22), quien se quebró al salir de Tribunales y habló con la prensa. “Traté de ser sincero, vine por respeto y para que vean que lo hacia de manera sincera”, comentó. Y sostuvo: “La verdadera justicia sería que Fernando vuelva y eso no va a pasar”.
Alejo Milanesi (23) también en Tribunales, como Tomás Colazo (20), que aunque presenció el hecho, nunca estuvo imputado, pero los primeros dos sí. Ellos fueron detenidos junto al resto en la casa de la Alameda 202 apenas unas horas después de la muerte del joven estudiante de Caballito. Por eso se espera que la undécima jornada del juicio deje algunas precisiones más sobre lo que pasó esa noche en Gesell, detalla Clarín.
De todos modos, tanto los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García como los representantes de Graciela Sosa y Silvino Báez, Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola, y Germán Facio, entienden que con la evidencia científica desplegada por decenas de testigos durante las últimas dos semanas, el delito que se les imputa quedó probado, incluidos los agravantes de premeditación y alevosía.
Minutos antes de ingresar a la sala de audiencias, el que habló con la prensa fue Juan Pedro Guarino, uno de los rugbiers que había pasado unos días en Villa Gesell y que al día siguiente se iba a ir de la ciudad para pasar las vacaciones con su novia.
En ese sentido, señaló que venía a ayudar, a lo que una periodista le preguntó “¿A tus amigos o a la Justicia?” y allí respondió: “A la justicia”. Luego agregó: “Justicia por Fernando”.
En tanto, Milanesi también dio apenas unas palabras y dijo: “Vengo a declarar para que se haga Justicia”.
Además, este lunes se espera las palabras de dos de los padres de los rugbiers. Se trata de Rosalía Zárate, mamá de Máximo Thomsen, y María Paula Cinalli, la madre de Blas, otro de los acusados.
Qué declaró Máximo Thomsen
Thomsen se quebró en llanto al momento de la declaración de su madre, Rosalía Zárate. Al momento en que habló la mujer los padres de Fernando Báez Sosa se habían retirado del recinto.
“Máximo es el hermano menor. Me separé cuando él tenía seis años, siempre fue mi compañero. Me enteré de lo que pasó y me encontré con él detenido. Me quedé sin trabajo, sin obra social...”, expresó, mientras su hijo no podía contener las lágrimas.
Tras el testimonio de su madre, Máximo Thomsen tomó la palabra y contó todo lo sucedido en la previa, durante y después del asesinato de Fernando Báez Sosa.
“[...] Como a las 3.30 y fuimos para poder entrar en el boliche. Yo fui el primero que entró con uno de los chicos y fuimos a la barra a cambiar la consumición”, contó. Como había mucha gente recordó que en un momento pidió “basta de empujar”. “Alguien me responde ‘estamos todos en la misma. Cuando termino de escuchar eso, alguien me empuja. Era un amigo que tenía un chichón. Uno lo agarró del cuello, era de seguridad, y le pedí que lo soltara. Entonces [el de seguridad] dice ‘sacalo a él también’”, contó.
“Entonces tiro las manos hacia arriba para sacármelo de encima porque me estaba asfixiando. Y escuché que dijeron ‘llévenlo a la cocina que lo cagamos a palos’”, agregó.
“Me quedé insultando al boliche porque me sacaron. En la calle, uno de los chicos estaba sentado del otro lado y voy para ese lado. Miro para la derecha y veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida, salgo detrás de él. Me pegan una piña en la cara y reacciono tirando patadas. No sé a quién, no sé a donde. Pero nunca con intención de matar nadie. Me metí a pelear porque era una persona contra muchos, vi una ronda con mucha gente”, detalló sobre la escena de la pelea.
“Siento que alguien me pone la mano en el pecho: es un amigo y me dice ‘basta’. Me di vuelta y me fui, me sigo yendo. Uno de los chicos dice que terminó mal. Yo digo: ‘¿Cómo? si fueron segundos’”, señaló.
Qué pasó después del crimen, según Thomsen
“Mi idea principal siempre es comer despues del boliche. Después, me fui a dormir porque para mí fue una pelea, un abrir y cerrar de ojos. Me levantan diciendo que estaba la policía afuera”, cuenta sobre lo que hicieron luego de la agresión a Fernando.
“Salí tercero y se escucha ‘son ellos, tírense al piso’. Nos preguntaron si salimos, si nos habíamos peleado. ‘Sí’, dijimos. Nos dijeron: “¿Saben por qué están acá? Ustedes mataron a un pibe’. Empecé a vomitar. No lo podía procesar, mi cabeza no lo entendía”, dijo.
El fiscal le preguntó si alguien, fuera del personal de seguridad, le había pegado dentro del boliche y respondió que no.
Qué dijo Thomsen sobre las imágenes de los videos
Cuando le mostraron el video en el que se cómo lo sacan de la pista, señaló que iba a responder siempre y cuando se pregunte sobre él. “Si es sobre otro [acusado] voy a decir que no. Estaba caminando con alguien [cuando su amigo al que nombra se pelea]”, aclaró.
Dijo también que al salir del boliche miró al costado y vio un grupo grande de chicos con intención de enfrentarse. “Miré de costado. Cuando llego a la ronda de chicos siento un golpe en la cara”, dijo.
Cuando le preguntaron quién es el joven al que se ve golpeando en un video insistió: “No voy a responder sobre otra persona. Yo no soy. Veo una pelea”. Y cada vez que le pidieron identificar a quienes golpeaban a Fernando respondió lo mismo.