Cuando Chiara Páez, una chica de 14 años embarazada de dos meses, fue asesinada en 2015, las mujeres del país dijeron “basta” y salieron a las calles bajo el lema “Ni Una Menos”. Ahora, el femicida de la mujer que se convirtió en bandera de lucha podría tener una condenada anulada.
Chiara era de Rufino, Santa Fe, y fue asesinada el domingo 10 de mayo de 2015. Manuel Mansilla, su novio, la mató a golpes y la enterró. Mansilla fue condenado a 21 años de prisión en 2017, pero ahora su defensa pide que se le “reduzca la condena y que se lo vuelva a juzgar”. El objetivo es que el nueva debate se realice bajo la carátula “tentativa de homicidio”. De ser así, obtendría una pena mucho menor y hasta podría tener salidas transitorias.
“Cuando lo condenaron, Mansilla tenía 17 años y no podía ser condenado a 35 años de cárcel, pero como había precedentes, los jueces se basaron en eso y le dieron 21 años de prisión. Él hoy ya tiene 24 y me entero que su defensor quiere que lo juzgue un tribunal de menores de nuevo por ‘tentantiva de homicidio’, cuando en realidad no hablamos de ninguna tentativa porque mató a mi hija”, enfatizó Verónica Camargo, madre de Chiara.
Cómo está la causa
El pasado 1° de marzo la fiscalía y la defensa tuvieron una audiencia en la Cámara de Apelaciones de Rosario en la que ambas partes apelaron. “Nosotros lo hicimos para que no se le reduzca la condena y ellos para que sí. Ahora estamos esperando que resuelven los jueces”, dijo Camargo.
“Esta vez sí me dieron la oportunidad de hablar. La abogada de él habló de todas las virtudes de Mansilla, de que tuvo que estudiar de manera virtual y de que está privado de la libertad desde el minuto cero. Yo ahí dije que tendrían que tener en cuenta que no es una víctima, porque hablan de sus derechos, pero nadie habla del derecho que Chiara tenía de vivir. Pobre yo que no vi crecer a mi hija ni a su bebé y pobre ella que no pudo continuar con todos sus proyectos”, expresó.
La mujer espera que los jueces tomen una decisión ejemplar y que en caso de decidir favorecer al femicida, piensa acompañar a la fiscalía a recurrir a la Corte Suprema. “Es todo el tiempo estar luchando y, en realidad, él nunca mostró arrepentimiento por lo que hizo”, sostuvo la mujer.
Cómo fue el brutal femicidio de Chiara Páez
El sábado 9 de mayo de 2015 fue la última vez que la familia de Chiara la vio con vida. Había ido a la casa de una compañera, de donde salió para encontrarse con su novio.
Horas después y la preocupación llevó a sus familiares a denunciar la desaparición de la joven, para que más tarde se descubriera que había sido asesinada a golpes por Mansilla, quien la enterró en el jardín de su casa.
Mientras se realizaban las tareas de rastrillaje nadie sospechaba del joven porque también él participaba de las recorridas y acciones. Sin embargo, se quebró y confesó el crimen: la mató con una escuadra y, sin ayuda de nadie, hizo un pozo en el fondo de su casa para enterrarla.
Pese a la sospecha de la complicidad de los padres del joven para ocultar el cuerpo, nunca se pudo comprobar. “Al no tener pruebas fehacientes, tuvimos que dejar todo ahí, porque podíamos tener un problema nosotros. La única condena que tuvieron fue la social”, concluyó la madre de Chiara.