José Andrés Oliveras, titular del instituto gastronómico IGI, de Oberá, reclamó que la municipalidad relaje la cuarentena y les permita volver a trabajar puesto que son uno de los rubros más afectados, que reveló, implicó el cierre definitivo de varios locales porque no pudieron pagar los alquileres y sueldos. "Intentamos de todas formas comunicarnos con nuestro intendente (Carlos Fernández) y pedir autorización, pero no hay respuesta de nada ni nadie", contó.
"Día 35 de cuarentena, donde para algunos es posible el quedarse en casa, para otros como nosotros los pequeños emprendedores, comerciantes no es tan fácil el quedarse en casa, ya que apostamos al emprendimiento, el poder trabajar y apostar a la ciudad, y así como estoy yo están otras personas que padecen lo mismo", manifestó Oliveras en el portal Oberá Online.
El emprendedor reconoció que la pandemia no fue una situación que se pudiera prevenir y se mostró de acuerdo con la necesidad de protección y denunció que se inflan las facturas de luz y agua puesto que no usan el servicio pero igual vienen con elevados montos.
"En mi caso, con mi familia tenemos nuestro instituto donde apostamos todo y dependemos de eso para vivir, cómo hacemos para pagar alquiler, impuestos, cubrir cuentas, pagar a las personas que también viven de esta institución, luz, agua que parece que cuanto menos gastamos más debemos pagar ya que inflan boletas, internet, contador y todo lo que atrás existe", aportó.