Ya suman en Neuquén más de 18 días de piquetes los cientos de integrantes del movimiento Trabajadores Autoconvocados de la Salud de la provincia que han convertido la ruta en su vivienda permanente.
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En total, se contabilizan más de 20 piquetes que reúnen, en cada uno de ellos, entre 30 y 50 personas. Todos ellos permanecen un mínimo de 12 horas en la ruta, duermen en carpas o en el interior de sus vehículos. Luego de eso, parten a los hospitales donde trabajan, para cumplir sus jornadas de entre 12 y 16 horas. Otros no se han ido desde que comenzaron los cortes.
Soportan el sol agobiante durante el día y temperaturas de 0 grados durante la noche con la misma voluntad de conseguir que el Gobierno escuche sus reclamos. Han tenido días de lluvia, de granizo pero ahí están, reclamando por mejores condiciones salariales.
El conflicto jaqueó al Sur del país y las rutas que conectan Neuquén con Bariloche, San Martín de Los Andes y Villa La Angostura permanecen aisladas.
En las principales ciudades de Río Negro y Neuquén el combustible escasea y conseguir llenar un tanque para viajar se ha convertido en una misión imposible.
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En Vaca Muerta los piquetes mantienen completamente sellado el yacimiento. Voceros del sector aseguran que el conflicto podría afectar el suministro de gas en invierno. Este viernes, el secretario general de los petroleros en Neuquén, Río Negro y la Pampa advirtió que su gremio sacaría 30 mil trabajadores a la calle si no se abrían las rutas.
Del piquete al trabajo
Los empleados de la salud son más de 7.000 personas, y su vida se transformó en este tiempo en un viaje de la guardia a la ruta, y de la ruta nuevamente al hospital.
“Los trabajadores de la salud podemos dormir parados, en una silla, así que soportamos estar en la ruta y lo que haga falta”, explica en un informe especial de diario “Clarín” Gabriela Suppicich (55), licenciada en trabajo social del área de Salud Mental.
”Esto escaló de un reclamo salarial a un conflicto político. Fuimos menospreciados por ATE y por el Gobierno. Pudo ser mucho más fácil resolverlo pero no quisieron. Después de un año de pandemia, un año de trabajo sin parar, nos ofrecen un 14 por ciento”, afirma.
El gobierno de Omar Gutiérrez se mantiene en conversaciones con ATE desde el viernes por la tarde. El secretario general, Carlos Quintriqueo, informó que solicitaron un 45 % de aumento en el básico sobre el 14 % que ya habían acordado en marzo. Este 14 % es justamente el que hizo explotar el conflicto en el seno de los trabajadores de salud que no responde a ATE. Desde el movimiento de salud ya advirtieron que ATE no los representa y que los piquetes no se levantarán más allá del acuerdo del gremio que conduce Carlos Quintriqueo.
”Hay agotamiento pero nos da fuerza entender que venimos de dejar todo en los hospitales, con largos turnos, de ser tratados como robotitos, de ser olvidados por el gremio que supuestamente nos representa. No vamos a volver a todo eso”, dice Lihue González (29), administrativa del Hospital Heller. González cumplió 18 días durmiendo a la salida de Añelo.”No estamos solos en esta lucha. La gente nos acompaña y es uno de los conflictos más especiales justamente porque es la propia comunidad la que sabe que se comete una injusticia con el sector”, reflexiona Alejandra Ferreira (39), psicóloga del Hospital de Cutral Co.
”No nos vamos a ir de aquí, vamos a seguir adelante exigiendo lo que merecemos”, advierte Josefina Garrido (43), administrativa del mismo hospital. Junto a los empleados de salud también algunos docentes, amigos y colaboradores.