Romi Cardozo es ciega y juega al goalball en Los Halcones de Godoy Cruz. Además es la única mendocina en el seleccionados nacional femenino Las Topas, que se prepara para el Mundial de Portugal a fin de año.
La central de Las Topas contó a Vía Mendoza que no sólo descubrió la pasión de este deporte sino que halló el amor con David, también jugador de esta exclusiva disciplina para personas con discapacidad visual.
Romina tiene 31 años, es hija de Oscar (54) y María Rosa (52) y la mayor de cinco hermanos (Gonzalo de 28, Agustín de 23, Nicolás de 22 y Damaris de 8). Estudia en la UNCuyo, el Profesorado Universitario de Pedagogía Terapéutica en Discapacidad Visual.
Ella tiene discapacidad total de la visión por causa de un mal tratamiento que le realizaron cuando tenía un año de edad. Según cuenta “tenía retinoblastoma bilateral. Y el tratamiento post operatorio, me quemó la retina causándome la pérdida de la vista en ambos ojos”.
Pese a su impedimento visual, nada la detuvo a practicar el deporte que quiso. A los 15 años practicó el atletismo (hasta los 20) logrando medallas de oro y plata en torneos nacionales en velocidad y salto en largo. Después incursionó en el fútbol para ciegos, pero fue en el goalball donde encontró su lugar, sus amigos de la vida y a su actual pareja.
“En el 2015, mi entrenador en Los Halcones (Mendoza), Facundo Rodríguez, me invitó a unirme en el equipo de goalball. Al principio lo tomé como algo recreativo pero cuando empecé a meterme, me encantó. Desde entonces, juego en el equipo que representa a la provincia. Lo hago en el femenino pero también juego en mixto”, confió Romina, quien es parte de la historia deportiva de Mendoza por ganar en el Primer Nacional femenino, además de otras conquistas en torneos realizados en Chile y Regionales.
En febrero pasado, la pivote jugó por primera vez en el seleccionado argentino para disputar el Panamericano de San Pablo, Brasil. Y con el cuarto puesto conseguido, Las Topas clasificaron al Mundial que se realizará en diciembre, en Portugal.
Y si bien el elenco que conduce Irina Versele no fue confirmado, “espero quedar entre las 6 que viajarán”, dijo la experimentada jugadora, que es convocada desde el 2020 y espera seguir representando al país, de cara a los Paralímpicos del 2024.
-¿Cómo lo vivís al deporte?
-Me gusta entrenar, hacer actividad física más allá de las competencias. Y porque tanto en el equipo de Godoy Cruz como en el de la Selección encontré a un grupo de amigas más que compañeras. La pasamos muy bien cada vez que viajamos.
-¿Cómo es tu rutina?
-Ahora me entreno a full. Estoy muy contenta con la posibilidad de ir al Mundial y vengo trabajando con gran motivación. Una vez al mes, con Las Topas concentramos en Buenos Aires. Los entrenamientos son en doble o triple turno y muy intensos. Y cuando estoy en la provincia, lo hago tres veces a la semana y le sumo el gimnasio.
-Una pregunta que no puedo evitar, ¿cómo nació el amor?
-David ya estaba en el equipo cuando empecé a jugar y después de tantos viajes, en donde tenés tiempo para hablar, empezamos por una amistad que terminó en noviazgo. Ya son siete años de relación. No somos las únicas parejas, hay varias en Los Halcones. Puedo afirmar que el goalball cambió mi vida en muchos aspectos. En la actualidad, que estoy muy enfocada con Las Topas, compartimos como novios sólo los fines de semana, porque yo vivo en Godoy Cruz y él en Rivadavia. Pero pese a la distancia y mi compromiso con el seleccionado, él entiende mi momento y me apoya un montón.
-¿Qué mensaje nos podés dejar cuando tenemos esos momentos de creer que ‘no podemos’?
- Que siempre se puede, hay que intentarlo porque hay que salir adelante. Lo peor que nos puede suceder es quedarnos en la casa. Me tocó un deporte de alto rendimiento pero de manera recreativa hacer deporte también ayuda porque te encontrás personas, compañeros y amigos que te ayudan a superar momentos difíciles. En general, si tengo que dar un mensaje pienso en que: en todo los aspectos de la vida, cuesta el esfuerzo pero siempre vale la pena. El sacrificio que hagas ahora dará sus frutos después.
¿Querés agradecer a alguien por crecimiento momento deportivo?
-A los entrenadores porque siempre nos sacan nuestra mejor versión. Y agradecer especialmente a Facundo (Rodríguez) porque él es parte de mi vida deportiva. Mucho de lo que logré, fue gracias a él y a mis compañeros de Los Halcones. Y también a mi familia que siempre me están apoyando.
Un poco de historia
El Goalball es el único deporte para personas con discapacidad visual que no es adaptado ya que no tiene una versión convencional. Sus orígenes se remontan a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue creado para rehabilitar a aquellas personas que habían quedado ciegas o con visión disminuida producto de las heridas de combate.
Con el tiempo, la actividad fue creciendo y en los Juegos de Toronto 1976 se la incluyó como disciplina paralímpica. Ya en la década de 1980 comenzó a desarrollarse la rama femenina.
En Argentina, esta disciplina llegó en 2008 (masculino) y 2017, femenino. El seleccionado nacional logró en el 2019 el títulos Sudamericano, en ambas ramas. Actualmente, el goalball de Selección ocupa los primeros 20 puestos del ranking mundial y cuenta también con divisiones juveniles.
En Mendoza, Los Halcones nacieron el 1 de junio de 2013 con el profesor Facundo Rodríguez. Cuenta, desde el 2016, con participaciones Nacionales, internacionales en Chile y 16 etapas ganadas de manera consecutivas en Regionales.