Probablemente en 2012, cuando los chicos de la escuela José Vicente Zapata (de Ciudad de Mendoza) realizaron la primera edición de un programa que consistía en desarrollar cortos audiovisuales y proyectos de fotografía sobre distintas temáticas que interesan –y preocupan- a los adolescentes ni se imaginaron lo que habrían generado una década después. Y ahora, a semanas de organizar la décima edición ininterrumpida de este programa didáctico y educativo, no salen de su asombro con el camino que han dejado. Se trata del programa Luz, Cámara e Inclusión; un proyecto escolar que involucra y compromete a adolescentes en las temáticas más importantes que los rodean en esa etapa de sus vidas.
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De hecho, lo que comenzó como un programa curricular dentro de los contenidos de la José Vicente Zapata se convirtió en un evento nacional e internacional, del que el año pasado participaron escuelas de otras provincias y hasta de Chile. Y que para la edición 2021 ya cuenta con trabajos realizados por adolescentes españoles y franceses, quienes han hecho llegar sus trabajos desde sus países de origen.
“A lo largo de estas 10 ediciones se han abordado distintas temáticas, todas de interés para alumnos. Muchas de ellas fueron sociales y también hubo de Educación Sexual Integral, Violencia de Género, Grooming y otros debates que apuntaron a concientizar, como por ejemplo por qué es importante estudiar”, destacó Claudio Peña, director de la escuela y principal impulsor del programa, que en sus últimas ediciones se abrió para otras instituciones, otras provincias y otros países.
“Para la edición de este año pensamos el título ‘Dejando huellas’, ya que creemos que nuestro proyecto ha dejado su huella en la sociedad y en los protagonistas. Y también que los chicos y cada una de las instituciones que han participado han dejan huella con sus trabajos en la sociedad”, agregó el director de la escuela y creador del programa.
Sostenido en el tiempo
Ni siquiera la pandemia de coronavirus pudo con el programa que ya es un clásico de la escuela ubicada en la Quinta Sección. Y es que el año pasado, en el contexto de pandemia y sin presencialidad, la edición 2020 de Luz, Cámara e Inclusión se desarrolló vía virtual.
“‘Luz, cámara e inclusión’ empezó siendo un proyecto escolar y después se convirtió en provincial, nacional y ahora es internacional. A partir del año pasado abrimos la participación para chicos y colegios extranjeros y lo importante es que es un proyecto que se ha mantenido en el tiempo justamente por la importancia de los temas que se abordan y que, justamente, dejan su huella”, sintetizó Peña-
Entre los trabajos que ya han recibido los organizadores (hay tiempo hasta el 30 de septiembre para enviarlos al correo escuelajvzapata@gmail.com) han recibido algunos vinculado a temáticas del medio ambiente y trabajo solidario, dos ámbitos en los que siempre es notoria la huella que se deja. Y ya cuentan con trabajos de escuelas de Francia, España y Chile.
“El aporte que se hace con este programa no queda solo en el corto audiovisual o la galería de fotos, sino que ‘Luz, Cámara e Inclusión’ es todo un elemento que permite posicionar y darle visibilidad a temáticas que son de interés y preocupación para los adolescentes. De hecho, muchos de los chicos que han participado luego se han encargado de brindar talleres en las escuelas destinados a chicos de su edad”, destacó el responsable.
De hecho, mucho de los trabajos que participaron del programa han sido seleccionados para ser expuestos en establecimientos educativos de España y Francia, y el certamen ha sido reconocido con el premio Maestros Argentinos en 2018.
“Empezó siendo para la escuela José Vicente Zapata y el año pasado ya participaron 70 escuelas. La idea es sumar más e intentar llegar a 100 instituciones este año. De Mendoza, de todo el país y del extranjero”, siguió el director.
Las bases para la edición 2021
Una vez que se reciban todos los trabajos, se convocará a un jurado y antes de fin de año se darán a conocer los proyectos elegidos. Y la idea para esta décima edición, si la situación epidemiológica lo permite, es celebrar de alguna manera los diez años ininterrumpidos de Luz, Cámara e Inclusión.
Este año, con el punto de partida de la idea ‘Dejando Huellas’, el objetivo es hacer ensayos fotográficos y cortometrajes. En el caso de los cortos, no deben tener más de 5 minutos de duración y el mensaje debe ser creativo y original, basado en la temática propuesta. A partir de ello, los chicos están invitados a trabajar en algo que apunte a cambiar el mundo, en algo positivo o en alguna experiencia que se quiera contar.
Cada grupo no puede contar con más de tres alumnos –además de un docente orientador- y deberá presentar un corto sobre la temática propuesta (puede ser un videoclip, ficción, documental, entrevista, video-art o lo que surja). Además, las bases establecen que no se admitirán copias parciales o totales de producciones existentes, al tiempo que se aclara que en el audiovisual deben aparecer todos o algunos de los integrantes del grupo, en forma parcial o total.
En el caso de los ensayos fotográficos, en esta categoría se permiten fotos en blanco y negro, sepia o color; siempre en formato digital. Además, debe incluir 5 fotos por grupo de tres alumnos, deberá tener un nombre a modo de título y estar acompañadas por un texto que explique el trabajo.
El formato digital para el envío debe ser de 20 x 25 cm y 300 dpi y, al igual que en los cortos, debe ser original y creativo, no se aceptarán copias de oros trabajos y deben aparecer todos o algunos de los integrantes del grupo, en forma parcial o total. La presentación, en tanto, deberá enviarse al mail escuelajvzapata@gmail.com .
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Unos 10.000 alumnos ya han participado
Desde la primera edición en 2012 hasta la fecha (y sumando los que se espera que participen este año), cerca de 10.000 alumnos han participado de Luz, Cámara e Inclusión, y dejado su huella precisamente. Solo el año pasado participaron 2.000 alumnos con unos 200 cortos.
“Lo más fundamental y destacable de este programa es que son los alumnos los grandes protagonistas, los proyectos son gestionados por ellos y se apunta a qué es lo que nos quieren decir los adolescentes con los trabajos que realizan y las temáticas que se abarcan”, concluyó Peña.