¿Qué es sino por ADN esa remontada de la Selección Argentina en su segundo partido del Mundial Australia- Nueva Zelanda frente a Sudáfrica? De ir 2 a 0 abajo y lograr un 2 a 2 en los últimos 20 minutos. Y vaya a saber qué más podría haber logrado el equipo de Portanova, de no haber tenido más tiempo.
Lo cierto es que en este Mundial, Argentina sigue ganando en evolución como consecuencia de un crecimiento tanto de las mismas jugadoras como también de las partes instituciones. Y aunque falta, es el camino y el comienzo.
Eso decantó en la formación de un seleccionado renovado luego de un proceso de 2 años, que hoy se puede ver con un planteo de juego más sólido, que propone y busca siempre ir hacia adelante con pelota al pie. Este Argentina lo hizo frente a Italia aunque se le escapara sobre el final (1-0) y este jueves, con un rival totalmente diferente sacó su mejor versión en el desenlace.
No caben los reproches, ni las críticas para un equipo que reclamó en representación de tantas jugadoras que lucharon por su lugar, espacios y derechos como deportistas. Y que en poco tiempo recuperaron años de postergaciones.
Hoy Argentina no es la de hace 4 años atrás, ni 16 ni 50. Es distinta, más competitiva, más firme, aunque todavía hay un camino largo por recorrer para llegar a la consolidación.
Argentina fue Leonas, Gladiadoras y Scaloneta juntos en los últimos 20 minutos
El tiempo puede ser un aliado o un enemigo de los que buscan ganar una contienda. Y las decisiones tomadas antes o después, podrían haber sido determinantes.
Germán Portanova dio cuenta que para pelearle a Sudáfrica, equipo de verticalidades y de veloces contragolpes para lastimar, debió plantear un equipo cuidadoso, respetuoso pero que saliera controlando el balón buscando llegar con pelotas largos y precisos. Lo último fue lo que careció en gran parte del juego argentino.
De hecho, después de algunos minutos, las sudafricanas comenzaron a anticipar cada pase argentino, ganando en posesión y espaldas albicelestes, situaciones que le valieron para ambas conquista en el arco (L. Motlhalo y T. Kgatlana).
Argentina, sin embargo, se mostró efectivo para nivelar, de atrás hacia adelante aunque se hizo evidente esa reprimida agresividad tan necesaria para lastimar.
Con Banini neutralizada, se buscó a Benitez armando desde el medio con Falfán, Braun y la aguerrida Bonsegundo, quien recibió todos los golpes, siendo ella la única celula latente del fútbol que tanto nos gusta a los argentinos. A veces con Braun que solía subir aportando desde el lateral, y una Gramaglia que debutó con el fin de ganar en los espacios aéreos, este equipo tuvo pasajes de esperanzas.
Todas cumplieron en lo encomendado, pero no estaba dando los resultados esperados. Fue entonces que, tras el escalofriante 2 a 0 sudafricano, Argentina salió decidida a darlo todo ya que con ese marcador se estaba despidiendo de otro capítulo mundialista, y había que buscar la reacción.
Fue entonces cuando el DT sacó dos AS que levantaron al equipo. Le dieron fuerza, empuje y hambre.
Portanova movió las piezas para hacer de éste prácticamente otro equipo en su propuesta: más ofensivo, encarador y hasta irreverente.
Fue con el ingreso de Yamila Rodríguez y Romina Núñez, que el seleccionado recuperó frescura, abrió espacios y creció en presencia.
Braun se movió en lugar de Benítez, con el ingreso y debut de la mendocina Julieta Cruz marcando la punta. Núñez se sumó a la línea de creativas y ‘Bonse’ subió unos metros. Mientras que Yamila Rodríguez, se ubicó en la posición que más le sienta.
Así Argentina comenzó a mover el balón a su antojo, apoderándose del partido para alcanzar el descuento con el golazo de Braun a los 73′ y luego, el centro, cabeza y gol de Núñez (2-2) a los 78′.
El tiempo restante no bastó para revertir el marcador. Dos situaciones claras con protagonismo de las recién ingresadas pudo haber sido motivo para centrar la noticia en las principales tapas de diarios.
Sin embargo, hubo reconocimiento a tal acción heroica de las chicas. Porque hubo ADN, sin dudas. Fueron los últimos 20 minutos donde se vio a Leonas, Gladiadores y Scaloneta juntas.
Recuperando la concentración y liberadas ante la presión, Argentina fue ampliamente dominadora con un juego en bloque, asistencias efectivas y proponiendo una ofensiva más identitaria a lo que esta Selección es.
Una que emociona cuando se sale del libreto, del manual, e impone su impronta, articulando el potencial y característica de cada una de sus jugadoras.
Esta Argentina tiene cómo salir adelante. Tiene un alma, corazón gigante y buen fútbol.
Todavía está con vida. Todavía hay esperanzas de clasificación. Ante Suecia, es cierto que hay que considerar que es un rival de potencia mundial en el fútbol femenino, pero también ellas saben que esta Argentina viene totalmente renovada con la fuerza de todo un país atrás. Una pasión absoluta que podría mover montañas.
Cuándo vuelve a jugar Argentina
El Seleccionado nacional de fútbol femenino jugará su tercer encuentro en el Mundial Australia- Nueva Zelanda el próximo miércoles a las 4 de la mañana de Argentina. Su rival será Suecia, equipo que este sábado (4 AM) juega contra Italia su segunda jornada mundialista.
El ganador será el primer clasificado a octavos de final, del grupo G.
Qué necesita Argentina para clasificar
Argentina no depende de sí misma para avanzar a la próxima fase. Primero deberá ganarle a Suecia en la última fecha para pasar de ronda y después esperar el resultado de Italia- Sudáfrica.
Ganando Suecia. De vencer a Italia este sábado, el elenco europeo aseguraría su clasificación y podría –para enfrentar a la Argentina- formar con un equipo alternativo dandoa las de Portanova la posibilidad de alcanzar un marcador vencedor. De lo contrario, Argentina verá la versión más fuerte de las suecas.
Ganar es la única opción. A su vez, Sudáfrica no debe superar a Italia y de hacerlo, debe ser con la mínima diferencia. Y si el triunfo es italiano, el regreso será inminente.
Si empata Suecia e Italia. Ambas selecciones europeas sumarán cuatro puntos, por lo que sabrán que una igualdad les sirve en la definición del grupo.
Entonces, un triunfo argentino ante las suecas puede ser útil de acuerdo con la cantidad de goles a favor con la que llegue su rival, ya que actualmente Suecia e Italia suman +1 contra -1.