Desde este lunes el uso del barbijo no es obligatorio en las escuelas de Mendoza para los primeros grados de escolarización. A pesar de esta flexibilización muchos padres y madres prefieren que sus hijos continúen usando la barrera de protección dentro de los establecimientos educativos.
A excepción de algunos casos, en la mayoría de los responsables de los menores prefieren que los niños sigan usando el tapabocas, otros dejan que los pequeños tomen la decisión explicándoles que tienen la libertad de elegir si usarlo o no. Ante la duda se vio a los menores con barbijo en el ingreso de las escuelas esta mañana.
El miedo y el acostumbramiento hacen que los padres y madres de los niños de la provincia, que tienen la posibilidad de optar, prefieran que los estudiantes sigan usando la barrera de protección. “Yo prefiero que lo siga usando, vienen muchos niños a la escuela, no se sabe que puede pasar. Ante la duda que lo tenga puesto”, dijo una de las madres a un canal de televisión local.
“Yo creo que los chicos si están acostumbrados a usar el barbijo, incluso más que varios adultos que atravesamos la pandemia, que él elija que va hacer”, dijo otra responsable de un menor. “Anoche le explicamos que puede usarlo o no, pero si ve que todos los usan no se lo va a sacar. A los chicos les suele dar vergüenza hacer cosas que los demás pequeños no hacen”, dijo otra madre en la puerta de una escuela esta mañana.
“A pesar de los que los niños tienen la posibilidad de elegir o no hay que tener en cuenta varios factores, como lo son los comentarios de algunos docentes, las maneras en la que cada dirección decida llevar esta flexibilización adelante y lo que el resto de los niños decida hacer. Este último factor afecta en lo que se hace o no dentro del aula”, indicó Alejandro Santander, psicopedagogo institucional, al canal mendocino.
Uno de los objetivos que estableció el Ministerio de Salud de Mendoza junto con la Dirección General de Escuelas de la provincia es el de mejorar la comunicación entre los docentes y los niños contemplando la comunicación no verbal entre los interlocutores. Esto se termina de percibir cuando se tiene en cuenta todos los rasgos de la cara incluso los de la boca.
“Esta flexibilización solo contempla que los niños no puedan usar el tapabocas dentro de las escuelas, pero los docentes deben seguir cumpliendo con este protocolo sanitario. Por lo tanto, se genera una contradicción ya que la persona que está educando no puede mostrar la totalidad de sus gestos”, dijo el profesional.
Sin dudas los niños de la provincia ya se acostumbraron a salir de sus casas con barbijo y ante esta nueva decisión puede que el panorama sobre la pandemia confunda a los menores. “Ante este caso es importante la comunicación de los padres con los niños. Ellos deben entender que el fin de la pandemia todavía no llega, pero que es una flexibilización que pueden considerar. Esto se debe a que los menores son los menos propensos a tener complicaciones en el caso que se contagien y la situación epidemiológica lo permite”, concluyó.