El Gobierno Nacional dio marcha atrás y con la aprobación del Consejo Federal de Educación (CFE) dispuso volver a tomar las pruebas Aprender a fin de año en todo el país. En 2020 habían sido suspendidas debido a la pandemia de Coronavirus. No obstante el Consejo aprobó por unanimidad el plan de evaluación este mediodía.
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Por esto, unos 770.000 alumnos de sexto grado de 23.000 escuelas primarias serán evaluados en diciembre a través de las pruebas estandarizadas Aprender 2021 y en 2022 les tocará a los del nivel secundario, según acordó el CFE.
Con una inversión de unos 200 millones de pesos, en la última semana de agosto habrá una prueba piloto de las Pruebas Aprender sobre unos 138.000 chicos. Y la prueba definitiva sobre los 770.000 será en la primera quincena de diciembre.
Las pruebas, que se abordarán de forma censal y se realizarán en la escuela primaria serán sobre lengua y matemática y sus resultados se conocerán en mayo de 2022. Estará acompañadas por cuestionarios complementarios a equipos directivos y estudiantes que contextualicen cómo se dieron los procesos de aprendizaje en el marco de la pandemia.
Esta prueba será sólo una de las quince herramientas que contempla el flamante Plan Nacional de Evaluación 2021-2022 que fue aprobado por unanimidad por el Gobierno nacional y los ministros de Educación de las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires en el marco del CFE.
Tras la reunión, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, presentó los resultados alcanzados tras seis meses de discusión en el CFE. “Este plan permitirá sistematizar y valorar evidencias sobre la situación de la educación primaria y secundaria en Argentina”, dijo.
El funcionario explicó que se incorporará una batería de herramientas de evaluación debido a que no se está en un escenario de “normalidad” sino más bien de “excepcionalidad” del sistema educativo por la pandemia que acentuó “desigualdades que ya existían”.
Tras la reunión también habló José Thomas, titular de la Dirección de Escuelas de Mendoza (DGE) y afirmó: “En la reunión de hoy con el Consejo Federal de Educación terminamos de decidir el plan de evaluación anual propuesto por el gobierno nacional y tratado ya en el Consejo de la Calidad Educativa, en donde Mendoza, en todas las oportunidades que tuvo, consolidó la posición de la profunda necesidad, en este momento de pandemia, de contar con los datos censales de Aprender, posición adoptada por todo el Consejo”.
“Las pruebas censales se harán en diciembre. La propuesta original de Mendoza era que se realizaran en noviembre, pero se definió que la mejor fecha era diciembre, en el marco de un plan de evaluación muy ambicioso y que incluye otro tipo de evaluaciones y de censos. También se propusieron las acciones para el año próximo, en lo cual la posición de Mendoza es tener lo antes posible información de secundaria para ver el impacto de la pandemia”, agregó Thomas.
Plan en cuatro dimensiones
Este plan se divide en cuatro dimensiones de evaluación: la enseñanza; el aprendizaje; los cambios en la organización y funcionamiento escolar; y las trayectorias escolares de los estudiantes.
Gabriela Diker, secretaria de Evaluación Educativa, y Axel Rivas, presidente del Consejo de Calidad en la Educación, coincidieron en que este nuevo enfoque multidimensional permitirá analizar mejor el fenómeno educativo para “comprender con la mayor complejidad e integralidad posibles la situación real de la educación en el país”.
Diker señaló que hay “muchos elementos” que son necesarios considerar para la aplicación de un operativo como las pruebas Aprender en los tiempos por los que atraviesa la Argentina por el impacto de la pandemia.
En ese sentido, señaló que la cobertura nacional de las Prueba Aprender fue del 70,8% de los alumnos en 2016; 74,9% en 2017; y 78,7% en 2018. “Pero hubo notables brechas entre jurisdicciones en esos años”, dijo Diker.
En Mendoza, por ejemplo, la cobertura fue del 76,8% en 2016; 76,7% en 2017; y 89,5% en 2018.
Hubo otras jurisdicciones como Buenos Aires, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Santa Cruz y Río Negro en las que no se pudo superar el 70% en 2016 y el 80% en 2017 y 2018.
Presencialidad diferenciada
Por ello, Diker dijo que la cobertura en la aplicación de estos operativos de carácter censal es costosa y aún en su mejor versión, hubo un 21,3% de estudiantes que no respondió a la evaluación en el promedio nacional.
Con esos antecedentes, hacer esta evaluación estandarizada en pandemia y con presencialidad diferenciada según los parámetros epidemiológicos de cada zona del país expone una mayor complejidad para alcanzar niveles de participación que permiten tener una fotografía más acaba respecto de cómo está la educación.
Como estas pruebas se realizan en forma simultánea en una misma jornada a los 770.000 estudiantes, la presencialidad es una condición clave para que el operativo pueda tener un mayor nivel de éxito. Y, al menos por ahora, en las escuelas que tienen sistemas de clases presenciales, la presencialidad no supera el 81% a nivel nacional.
Trotta señaló en ese sentido que la pandemia generó circunstancias excepcionales para el funcionamiento del sistema educativo, por lo que ahora “más que nunca es necesario profundizar la implementación de evaluaciones con una mirada integral, que considere y articule información sobre las distintas dimensiones de la educación”.
El ministro explicó que esta evidencia es clave para definir políticas educativas que permitan asegurar el aprendizaje a todas las chicas y chicos y agregó: “El plan propone una variedad de enfoques, estrategias, componentes e instrumentos para una evaluación más amplia”.
Sobre las Pruebas Aprender como único mecanismo de evaluación del sistema, Diker afirmó que “es necesario superar la reducción de la evaluación de la calidad educativa al desempeño en pruebas estandarizadas”.