Próvolo: los graves cargos por los que está presa Kumiko

Tres son los delitos de los que se la acusa y en todos, hay detalles aberrantes. 

Próvolo: los graves cargos por los que está presa Kumiko
u201cMe parecen totalmente aberrantes, increu00edbles. No puedo creer que hayan hecho ese tipo de denuncias.

Los detalles de la causa Próvolo son escabrosos. Desde noviembre de 2016, la Justicia investiga los episodios en los que al menos 27 personas sordomudas e hipoacúsicas sostienen haber sido abusados sexualmente en el instituto religioso de Luján de Cuyo.

En la época en que denuncian haber sido atacados -las primeras datan desde 2005-, la totalidad de las víctimas eran menores de edad, y por estos episodios están imputadas y detenidas 6 personas: 2 curas (Nicola Corradi y Horacio Corbacho), una monja (Kumiko Kosaka) y 3 ex administrativos (José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez).

En el establecimiento de 6 hectáreas, además del instituto, funcionaba un albergue para aquellos alumnos que dormían en el lugar de lunes a viernes. Es en este sector donde sostienen haber sido violados, golpeados, manoseados y obligados a ver pornografía y tocarse entre sí.

Algunas frases de su declaración ante el fiscal: "Me parecen totalmente aberrantes, increíbles. No puedo creer que hayan hecho ese tipo de denuncias. Todavía no salgo de mi asombro. ¡Tantas calumnias, tantas humillaciones y no comprendo por qué!".

"¿Cómo me puedo defender ante tantas injusticias o mentiras que hacen sin aclarar fecha concreta?. Hay descripción de lugares que están confusos. Hay chicos que me denuncian que dicen haber estado albergados cuando nunca lo estuvieron".

“Narran hechos que son imposibles que hayan sucedido, como que ingresen por las ventanas cuando todas las ventanas tienen rejas, y la única ventana que no tiene está a 15 ó 20 metros de alto”.

“Los chicos eran de portarse bastante bien, no tenían malas conductas en lo general. Las pocas veces que habían malos entendidos entre ellos, siempre se acudió al diálogo y a la reconciliación, nunca con violencia”.

“No me considero para nada violenta. Cuando no me gusta algo por ahí lo conversamos y haciendo chistes tratamos de entendernos. Son chicos muy ubicados. No recuerdo que haya vivido una experiencia de falta de respeto”.

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