Vladimir Putin, visitó este domingo en forma sorpresiva la ciudad de Mariúpol, que se encuentra profundamente devastada tras los bombardeos realizados por Rusia.
El gobierno de Kiev denunció de “cinismo” y “falta de remordimiento” al primer mandatario ruso. Este es el primer viaje de Putin a una zona ocupada por sus tropas desde el inicio de la ofensiva el 24 de febrero de 2022.
La ciudad portuaria, situada en la región oriental del Dombás, quedó devastada tras meses de asedio de las fuerzas rusas, que la capturaron en mayo de 2022. Según las imágenes difundidas por la televisión estatal rusa, el viaje tuvo lugar por la noche.
La reacción de Ucrania a la visita de Vladimir Putin a la ciudad de Mariúpol
La reacción de Kiev fue inmediata. “El criminal siempre vuelve a la escena del crimen (...) el asesino de miles de familias de Mariúpol vino a admirar las ruinas de la ciudad y (sus) tumbas. Cinismo y falta de remordimiento”, declaró el consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak.
“El criminal internacional Putin visitó la Mariúpol ocupada, de noche probablemente para no ver a la luz del día la ciudad muerta por su ‘liberación’”, escribió el consejo municipal ucraniano de la ciudad en Telegram. El Ministerio ucraniano de Defensa declaró por su parte que el mandatario ruso visitó a Mariúpol “como un ladrón (...) al amparo de la noche”.
El mandatario ruso llegó a Mariúpol luego de visitar el sábado Crimea, en el aniversario de la anexión de esa península por Moscú en 2014.
Vladimir Putin manejó un vehículo por las calles de Mariúpol
Las visitas se produjeron después de que la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, emitiera el viernes una orden de captura contra Putin, por la deportación de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia.
En las imágenes difundidas por la televisión rusa, se puede ver a Putin conversando en las calles con residentes.
El mandatario llegó en helicóptero e hizo un recorrido por la ciudad a bordo de un vehículo que condujo él mismo, informó el Kremlin.
“Rezamos por usted”, le dijo una mujer. Según afirmó, la ciudad, a orillas del mar de Azov, ahora es “un pequeño paraíso”.