Este miércoles pasado, las cataratas del Niágara se cubrieron de una increíble tragedia. Una mujer de 60 años murió tras caer a con su auto a las aguas heladas del río.
La Guardia Costera de los Estados Unidos llevó a cabo un gran operativo para poder acceder al vehículo y retirar así el cuerpo sin vida de esta mujer.
Aún se desconocen las causas que originaron este trágico accidente, y según la información de algunos testigos, vieron al auto flotando en las cercanías de un puente peatonal, donde se supone que se metió la mujer de 60 años.
Hay que destacar que se cree que las carreteras presentaban su asfalto resbaladizo, debido a una nevada ligera en la región y eso podría haber ocasionado que la víctima perdiera el control del vehículo.
Todavía no trascendió el nombre de la mujer porque las autoridades norteamericanas quieren primero notificar a los familiares y allegados de ella de su muerte. Aunque se confirmó que era oriunda de la zona del accidente.
El trabajo de la Guardia Costera
La Guardia Costera de los Estados Unidos, ante esta situación de la caída del automóvil a las aguas gélidas del río, actuó de manera inmediata.
Un amplio operativo se llevó a cabo en el lugar, donde un buzo, representado por el suboficial de segunda clase, Derrian Duryea, descendió desde un helicóptero ayudado por un cable hasta el vehículo casi sumergido, y teniendo que hacerle frente a la intensa corriente de agua, los vientos y la temperatura helada.
Allí, Duryea se pudo percatar que todos sus esfuerzos resultaron en vano, dado que la mujer ya estaba muerta. Lo que hizo fue retirar el cuerpo desde dentro del auto, según informaron funcionarios de la Guaria Costera y de la Policía de Parques Estatales de Nueva York.
El video muestra cómo Duryea se acerca al auto parcialmente sumergido, ataviado con un traje naranja y un hacha en su mano izquierda y no sin bastante dificultad debido a las condiciones climáticas, para poder llegar a su destino, que era rescatar a la mujer dentro.
La fuerza del viento y las correntadas impedían en un primer momento que el rescatista pudiera llegar hasta el coche, hasta que finalmente pudo agarrarse de él y acceder al interior para rescatar el cuerpo sin vida de la mujer.
Todo este accionar se desarrolló ante la atenta mirada de varios testigos en el lugar, que observaron los esfuerzos de Duryea para poder rescatar a tiempo a la mujer, algo que no acabó sucediendo.
La contribución de la tecnología en el hecho
Tras saber del incidente, la policía de los Estados Unidos usó un dron para poder determinar si fehacientemente había o no una persona dentro del auto semi cubierto por el agua del Niágara.
El capitán de la Policía de Parques, Christopher Rola, expresó en conferencia de prensa: “Fue un trabajo increíble de la Guardia Costera’'.
Y además recalcó que nunca se había recurrido a los rescatistas para que accedieran a un vehículo situado tan cerca del borde.
Tras el rescate de la mujer ya fallecida, el auto permaneció casi en su totalidad sumergido, siendo visibles solo algunas partes de él, como el techo.
Además, el propio Rola anunció que los investigadores están tratando de determinar si el vehículo acabó en el agua por un accidente o si fue de forma intencional, evidenciando la posibilidad de un potencial suicidio.