Florianópolis, un destino turístico por excelencia en el estado brasileño de Santa Catarina y de los más elegidos por los argentinos para vacacionar, enfrenta una grave crisis sanitaria que compromete su principal atractivo: las playas. Más del 50% de las costas han sido declaradas no aptas para bañarse debido a un brote de diarrea viral atribuido a la contaminación del agua.
Entre las zonas más afectadas se encuentran populares destinos como Canasvieiras, Jureré, Bombinhas y Balneario Camboriú, todos favoritos de turistas argentinos. La crisis, causada por el colapso de sistemas cloacales y el vertido de residuos sin tratar, se intensificó por el aumento de visitantes durante la temporada alta y condiciones climáticas adversas.
Controles y monitoreo: el Mapa de Balneabilidad
El Instituto de Medio Ambiente de Santa Catarina (IMA) implementó el Mapa de Balneabilidad, una herramienta esencial para evaluar la calidad del agua en las playas. Este sistema clasifica las zonas costeras con banderas verdes (aptas) y rojas (no aptas), según los niveles de contaminación detectados.
De los 87 puntos monitoreados en Florianópolis, solo 56 (64,37%) son actualmente seguros para bañarse, según el reporte más reciente del IMA. En todo el litoral de Santa Catarina, 63,45% de los 238 puntos analizados están en condiciones óptimas.
Los turistas pueden consultar el mapa actualizado en tiempo real en el sitio web oficial del IMA, una medida clave para evitar riesgos sanitarios.
El brote de diarrea viral ha generado preocupación entre turistas y residentes. La enfermedad, causada por una gastroenteritis viral, se transmite a través de agua o alimentos contaminados y contacto cercano con personas infectadas.
Síntomas principales:
- Diarrea acuosa.
- Dolor abdominal o calambres.
- Náuseas, vómitos y fiebre.
Aunque suele durar entre 1 y 3 días, en algunos casos puede extenderse hasta 10 días.
Cómo prevenir contagios
Ante la falta de vacunas contra la diarrea viral, las autoridades recomiendan:
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Evitar agua y alimentos contaminados.
- Cocinar bien los mariscos y desinfectar frutas y verduras.
- Mantener espacios ventilados y evitar contacto cercano con personas enfermas.