Brote de diarrea en Florianópolis: qué lo ocasiona, dónde no hay que ir y cuáles son las recomendaciones

El verano comenzó con preocupación en uno de los destinos preferidos de Brasil: en apenas dos semanas ya se registraron 1250 casos de gastroenterocolitis.

Canasvieiras, uno de los balnearios más afectados.
Canasvieiras, uno de los balnearios más afectados. Foto: web

El sueño de veranear en las playas brasileñas se convirtió en una pesadilla para numerosos turistas. Sucede que las aguas de más de la mitad de las playas del Estado de Santa Catarina están contaminadas, lo que generó una “epidemia” de diarrea que ya afectó a más de 1250 personas en lo que va de 2023.

Aunque las autoridades prefieren decir que “se desconoce” el motivo de la epidemia, lo cierto es que el Instituto de Medio Ambiente de Santa Catarina monitorea de manera constante las aguas de 237 puntos turísticos y, en el último informe, 124 arrojaron una carga de Escherichia coli superior a la tolerable.

La epidemia de diarrea afectó a 1250 personas en lo que va del año.
La epidemia de diarrea afectó a 1250 personas en lo que va del año.

Solo en Florianópolis el 57% de los balnearios no están aptos para el uso recreativo. Entre las preferidas por los argentinos con este problema se destacan: Canasvieiras, Ponta das Canas y buena parte de Ingleses.

De los 87 lugares analizados, 50 no pasaron la prueba. Según trascendió, el Laboratorio de Virología Aplicada de la Universidad Federal de Santa Catarina está recolectando muestras en las playas de Florianópolis para realizar un monitoreo viral y determinar qué está generando la epidemia de gastroenterocolitis.

Se espera que durante la próxima semana se pueda arribar a un panorama de los virus que circulan en la capital del Estado. A la vez, la idea es evaluar las aguas residuales sin tratar para saber a ciencia cierta qué circula en la entre locales y turistas.

Cuáles son los síntomas de la epidemia

Según señalaron desde Vigilancia Epidemiológica del municipio de Sao José los cuadros pueden producirse también por alimentos mal higienizados y el aumento de coliformes fecales en las aguas.

Desde la Junta de Vigilancia Epidemiológica (Dive) especificaron que las enfermedades diarreicas agudas pueden ser causadas por virus, bacterias y hongos. Los más comunes son el rotavirus, el norovirus y la bacteria Escherichia coli.

Los principales síntomas son:

  • Dolor abdominal
  • Deshidratación
  • Vómitos
  • Diarrea

Qué explicación encuentran las autoridades a la epidemia

La zona Norte de la isla de Florianópolis presenta el escenario más complejo: se reportaron 914 casos. En tanto, en el sur hubo 337.

Desde el municipio de Florianópolis consideran “insuficiente” la toma de una muestra semanal y argumentaron que en países como Estados Unidos y Australia realizan tres análisis diarios para tener mayor precisión sobre el estado de las playas.

Los balnearios de Santa Catarina arrastran esta problemática hace años.
Los balnearios de Santa Catarina arrastran esta problemática hace años.

Asimismo, consideraron que los balnearios catarinenses todavía sufren las consecuencias de las intensas lluvias de diciembre, que provocaron anegamientos y serias complicaciones en el litoral atlántico.

Por otra parte, mencionarona que los cuadros de gastroenterocolitis son frecuentes desde hace muchos años en los principales centros turísticos de Santa Catarina, pero este año los casos superaron el promedio de las temporadas anteriores a la pandemia de coronavirus.

Este aumento notorio apura a la autoridades a encontrar el motivo real de la “epidemia”. Especialistas hablan de que, probablemente, se deba a la alta concentración de la bacteria (Escherichia coli) en el agua. Además, no ayuda que personas enfermas y sanas utilicen el mismo espacio.

Por qué se propagan los virus y las bacterias

  • Saneamiento deficiente o escaso
  • Alcantarillas ilegales
  • Crecimiento de la población en verano
  • Aumento de las temperaturas por la temporada estival.

Cuáles son las recomendaciones ante la epidemia

  • No acudir a los baños públicos y, de no tener opción, buscar la forma de higienizarlos lo más posible.
  • Controlar qué alimentos se consumen: no deben haber perdido la cadena de frío, deben estar bien cocidos y lavados en caso de ser crudos (no consumir frutas con la piel dañada).
  • Hidratarse de manera abundante y adecuada, sobre todo niños, ancianos y personas enfermas.
  • Si aparece fiebre, fuertes dolores abdominales o deposiciones con sangre acudir urgente a un médico.
  • Quienes estén enfermos deben mantener una dieta líquida y astringente. Es necesario reponer el líquido perdido.
  • Lavarse permanentemente las manos con agua y jabón.
  • No realizar preparaciones con huevo crudo.
  • No bañarse en las playas que no están aptas.
  • Evitar bañarse, principalmente, en lugares cercanos a las desembocaduras de ríos y arroyos.

El “caso Mar del Plata”

El problema ambiental que se disparó como nunca en Santa Catarina este año ya había tenido su versión argentina. Y es que hasta 2014, Mar del Plata arrojaba los efluentes cloacales de su planta de tratamiento a la zona balnearia. Fue recién entonces, hace apenas ocho años, que se inauguró un emisario submarino, una cañería que desagua los efluentes a 4,5 kilómetros de la costa. Son 3 metros cúbicos por segundo de vertidos, un caudal similar al de un arroyo.

Previo a esa obra, era de público conocimiento que las playas cercanas a la planta de tratamiento no eran aptas para uso recreacional según la normativa nacional y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Mar del Plata también tiene problemas de contaminación.
Mar del Plata también tiene problemas de contaminación. Foto: instagram/turismomardelplata

Los efluentes cloacales tienen dos vertientes problemáticos: por un lado, suman materia orgánica al mar, lo que resulta en una disminución de la biodiversidad marina desde la microscópica hasta peces y cetáceos; y por otra parte, son un enorme riesgo para la salud de las personas. Queda más que evidenciado con lo sucedido por estos días en Brasil.

No obstante, si bien en La Feliz el caño submarino fue una solución, la contaminación no se terminó: si bien ya no llega por los efluentes cloacales, lo hace por los desagües pluviales que terminan en los balnearios. Aun hoy en la arena de esas playas se encuentra Escherichia coli y otras bacterias fecales en concentraciones superiores a las guías internacionales sobre calidad microbiológica.