El pasado domingo, Virginia Riquelme (41) fue encontrada sin vida en una calle terrada de la localidad de Wanda. Por el hecho fueron detenidas dos personas, un hombre de 84 años y otro de 37, no obstante, el más joven fue liberado.
El hombre de 84 años, de nacionalidad paraguaya, optó por declarar y se desligó por completo del crimen. En tanto que el de 37, fue liberado por no haber hasta el momento pruebas que lo incriminen. Sin embargo le tomarán muestras de ADN para descartar totalmente que haya tenido que ver con el hecho.
El implicado que decidió dar su versión de los hechos y señaló que la noche anterior había llegado tarde y cansado directamente se acostó a dormir. Se levantó alrededor de las 9 cuando vio el movimiento de policías que resguardaron la escena donde se encontraba el cuerpo de la víctima. La mujer presentaba una lesión en las vértebras cervicales.
El hombre dijo desconocer qué pudo haber pasado, pero mencionó que ella pudo haber entrado a su casa en compañía de otra persona con la intención de robarle y que entre ellos pudo haber pasado algo que terminó en un homicidio. Luego esa persona la sacó y la dejó tirada en la calle. No aportó más datos y negó que él le hubiera hecho algo.
En la continuidad de su relato en sede judicial dijo que conocía a Virginia y que era habitual que entrara a su casa porque la puerta que tenía prácticamente no podía cerrarse. De ahí su coartada acerca del ingreso de ella con alguien más.
Culminada la indagatoria, el juez Martín Brites ordenó que siga detenido en el expediente caratulado como “homicidio simple”.
Ahora aguardan el resultado de pericias genéticas que pueden resultar fundamentales en la causa. Muestras de ADN que fueron tomadas a la víctima serán cotejadas con los restos de sangre que el hombre tenía en el brazo izquierdo, como así también en el reloj que tenía en el momento de su detención.
La Justicia tiene por seguro que el crimen sucedió dentro de la casa del hombre de 84 años, una vivienda precaria, sin luz eléctrica, baño instalado ni agua corriente, señalaron las fuentes consultadas.
La policía también había incautado un martillo dentro de la casa del hombre. Tenía manchas de sangre y restos de cabellos. Por ello se presume que con ese elemento se cometió el crimen.
Respecto a la víctima, era una persona con problemas de consumo de sustancias, según señala la investigación. Vivía en el barrio 8 de Diciembre de Wanda, era de Paraguay y no poseía documento argentino.