Durante 3 días, la ciudad de Gualeguaychú reunió a grandes deportistas del mundo para lo que fue una espectacular competencia del Ironman 5150 este domingo 5 de octubre. A pesar de la lluvia, una multitud acompañó a los competidores en un recorrido que combinó natación, ciclismo y pedestrismo.
Más de 1300 competidos del mundo, donde no faltaron los atletas locales y entrerrianos que dejaron ten lo alto a la provincia, el encuentro deportivo del año tuvo el acompañamiento masivo del público y una organización excelente que hicieron posible el desarrollo del encuentro internacional.

El primero en llegar a la meta fue Matías Campi, triatleta oriundo de Río Negro, Uruguay. El segundo lugar fue para Agustín Leiro de Ramos Mejía, Buenos Aires; y el tercer puesto fue para el marplatense Martín Reynoso.
Entre las damas volvió a triunfar Brenda Rosso, quien consiguió el primer puesto en Gualeguaychú por segundo año consecutivo. La siguieron Lucila Merlo 2° puesto y Luciana Castaño 3° puesto.

En las generales se destacó la presencia de representantes gualeguaychuenses que lograron excelentes posiciones, sumando protagonismo en un evento dominado por el esfuerzo, la disciplina y la pasión deportiva.
Gonzalo Acosta, de Gualeguaychú, llegó 6° a la meta y se convirtió en el primer entrerriano en conseguir la medalla; el podio provincial lo completaron Bruno Baldini de La Paz y Alejandro Ricagno de Concordia. Otros atletas destacados de Gualeguaychú fueron: Hernan Rivas y Lucas González que quedaron en segundo y tercer puesto entre los locales.
Con récord de inscriptos, el Ironman 5150 no solo dejó huellas en el plano deportivo, sino que también generó un fuerte impacto turístico y económico en la ciudad, fortaleciendo la política pública que apuesta al deporte como motor de desarrollo local.

Gualeguaychú demostró una vez más que tiene la capacidad organizativa y el espíritu colectivo para ser sede de los eventos más importantes. Este Ironman quedará en la memoria por su magnitud, por el compromiso de nuestros deportistas y voluntarios, y por la fuerza que dio la lluvia como símbolo de superación.