Este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre, que define aspectos clave de la macro y microeconomía y marcará el rumbo del segundo año del mandato de Javier Milei.
Así, las cosas la inflación del último mes fue de 2,7% y de esta manera 2024 cerró con 117,8%.
La división con mayor alza mensual en diciembre de 2024 fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,3%), escoltada por Comunicación (5%) .
En tanto, alimentos y bebidas no alcohólicas aportó la mayor incidencia sobre la variación mensual en todas las regiones del país, excepto en GBA, donde lideró Restaurantes y hoteles.
El Noreste y Gran Buenos Aires fueron las regiones de mayor suba mensual (2,9%); y Cuyo, la de menor (2,3%).
Dentro de la estructura del gobierno, el Ministerio de Economía, el Banco Central, ARCA, y la secretaría de Energía, entre otros organismos, esperaban el resultado para comenzar a realizar los ajustes en las áreas que administran.
Los analistas preveían un número entre 2,4 y 2,7%, con un acumulado anual que podía trepar a 118%-, lo cual abría un abanico de posibilidades.
En materia macroeconómica, si el costo de vida de diciembre se ubicaba en 2,5% o menos, Milei anunció que rebajará el crawling peg (devaluación mensual) a 1%, con el objetivo de afianzar la desaceleración de los precios.
Uno por uno: los cambios en la economía con el dato de la inflación
El presidente tiene como primera meta de su gobierno desterrar la inflación y luego avanzar hacia otra etapa del programa económico. Tanto es así que incluso desde el Ministerio de Economía se bajó una línea a la secretaría de Trabajo para que no convalide paritarias con suba de salarios por encima de la pauta inflacionaria proyectada para el primer trimestre de 2025. En este momento, el equipo económico prefiere resignar algún punto de reactivación por mayor consumo a cambio de contener los precios.
La baja de la tasa de devaluación disminuiría la presión sobre los precios atados al valor del dólar, ya sea por la simple inercia que tiene la economía argentina con el valor de la divisa, como así también por el impacto de los insumos importados.
A su vez, un “crawl” del 1% también puede llevar a una menor suba de los combustibles y de las tarifas de los servicios de energía y gas, aliviando el bolsillo de las familias.
En cuanto a la política monetaria, si el desglose del dato de inflación que informará el Indec da señales contundentes –por ejemplo, en lo que refiere a la inflación núcleo- el Banco Central podría disponer una nueva baja de la tasa de política monetaria, actualmente en 32%. Esto tiene correlación directa en los rendimientos de los plazos fijos que podrían recortarse.
En lo que refiere a impuestos, el dato de diciembre dispara la actualización semestral del monotributo y una cuatrimestral del impuesto a las Ganancias para empleados de la cuarta categoría.
En el caso del impuesto simplificado se tomará el valor acumulado del segundo semestre para de esta forma fijar las nuevas escalas de facturación y el valor de las cuotas. Estos parámetros son los que deberán tomarse para la recategorización que estará habilitada desde el 21 de este mes. Con la inflación proyectada, la actualización sería del orden de 21% con lo cual la categoría más baja pasaría a pagar algo más de $32.000, sumando el componente impositivo y de la seguridad social.
En cuanto al impuesto a las Ganancias, se realizará la actualización del mínimo no imponible para los empleados de la cuarta categoría.
La sanción del paquete fiscal a mediados de año dispuso que las actualizaciones serán desde 2025 de carácter semestral, con la excepción de un ajuste adicional en septiembre de 2024 (con el acumulado junio, julio y agosto) para aliviar el impacto de la restitución del gravamen.
En consecuencia, para este mes deberá computarse la inflación acumulada de septiembre a diciembre para elevar las bases. Este valor podría ser cercano al 12%, con lo cual los solteros pasarían a tributar a partir de salarios de bolsillo de $1.880.000 y los casados con hijos desde $ 2.450.000.
Entre los ajustes que se realizarán también se encuentran los haberes jubilatorios que los beneficiarios cobrarán en febrero.
De esta forma, la mínima pasaría a $272.500, más un bono complementario de $70.000 que no será actualizado. Así, el haber final de bolsillo quedaría en $342.554. Dado que en enero percibieron en mano $335.907, los beneficiarios de la mínima tendrían un aumento efectivo del orden de 2%, por debajo de la inflación. Quienes cobre entre el haber mínimo y $ 342.554 recibirán la suma necesaria para completar ese techo.
A su vez, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) sería de $288.000 y las Pensiones No Contributivas (PNC) por Invalidez y Vejez, de $260.000. En tanto, la Asignación Universal por Hijo (AUH) ascendería a $98.000; la AUH por Hijo con Discapacidad, a $319.000, y la Asignación Familiar por Hijo, a $49.000 para el primer rango de ingresos.